Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como viña

La viña

  "Se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo  que produzca sus frutos" .   (Mt 21,33-43). El propietario planta la viña, la rodea con una cerca, cava un lagar, construye una torre y la arrenda. Los arrendatarios reciben todo para producir frutos. Pero esos labradores no entienden la gratuidad ni su misión. Se quieren hacer dueños apaleando y matando. El paso del tiempo es irreversible. Si ayer no aprovechamos nuestro día para vivir y construir Reino de Dios, esa oportunidad no volverá, se nos ha quitado. Menos mal que hoy tenemos otra. Produzcamos hoy el fruto que Dios espera. En toda ocasión, entre súplicas, que nuestra oración desborde gratitud, asombro, alegría, empatía. Y que nos acompañe la confianza radical de que la paz de Cristo nos habita pase lo que pase, vivamos lo que vivamos. Jesús nos llama a su Viña, nos llama a su gracia, nos invita a permitir que aquellos diseños de vida en plenitud, que tiene desde siempre se realicen en cada uno de...

En todo momento

  "¿Cómo es que estáis aquí  el día entero sin trabajar?  Le respondieron: Nadie nos ha contratado.  Él les dijo: Id también vosotros a mi viña."   ( Mt 20, 1-16)   Hoy el Evangelios nos invita a ver que la “lógica” divina  va mucho más allá de la lógica meramente humana   Al inicio de la vida o al atardecer, EN TODO MOMENTO,  Dios nos llama a ser su voz, sus oídos,  su mirada, para nuestros hermanos.   La Llamada forma parte de los designios de Dios. Él llama en distintos momentos. Unos llegan antes y otros después. Quizá la cuestión no sea cuando llama,  sino cuando la persona está preparada para responder,  porque la llamada es desde siempre y para siempre.   Jesús nos llama a todos y su llamada es irreversible. Puede que nuestras vidas a los ojos del mundo  no sean valiosas o cualificadas. Pero a los ojos de Dios nadie sobra o es inútil. Todos tenemos sitio en su viña. No busc...

En tu viña

    “En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas  van por delante de vosotros en el reino de Dios”   (Mt 21, 28-32).     ¿Desde qué criterios valoro a las personas? ¿Miro a la gente con los ojos de Dios? La Palabra de Dios penetra hasta lo más hondo de la persona y la emplaza a decidirse ante su oferta. Dios te conoce y sabe de qué barro estás hecho.    Nosotros conocemos al Señor de la viña, sabemos cual es nuestra misión, hemos adquirido un compromiso firme con Él... que nuestro sí sea un sí en la acción y en la transformación de la viña. Nuestro sí es un doble sí, de decir y de hacer   Jesús no establece categorías: buenos o malos, cumplidores o pecadores. Lo importante para él es hacer la voluntad de Dios. Y el ejemplo no son sacerdotes o religiosos. El modelo son prostitutas y los publicanos. Quizás es momento de condenar menos y acoger mejor. “A la tarde te examinarán en el amor” (San Juan de la Cruz). Aprende...