"Serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos." (Lc 14,12-14). En las relaciones buscamos la correspondencia. Dar y recibir. Un intercambio interesado en el que no haya pérdidas. Jesús propone un modelo contracorriente. Si le das al que puede devolver, no hay mérito. La grandeza está en dar a fondo perdido. Eso es generosidad. Frente al interés personal, Jesús proclama que la generosidad con los pobres, sin esperar ser correspondido, es uno de los valores del reino. Esta tendencia es de todos los tiempos y culturas, por lo tanto también tuya, Dichoso serás si tienes un corazón generoso. Abre tu puerta al pobre. Señor, enséñame a ser como tú: desprendido, generoso, desinteresado. Para que mi vida te agrade y sea feliz . La gratuidad es fuente de identificación con Dios. Normalmente amamos para que nos amén. Nuestra entrega la dosificamos dependiendo de lo que recibimos a cambio. Si me...