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Mostrando las entradas etiquetadas como Lunes XXXI TO

Gratuidad

  "Serás bienaventurado,  porque no pueden pagarte;  te pagarán en la resurrección de los justos."   (Lc 14,12-14). En las relaciones buscamos la correspondencia. Dar y recibir. Un intercambio interesado en el que no haya pérdidas. Jesús propone un modelo contracorriente. Si le das al que puede devolver, no hay mérito. La grandeza está en dar a fondo perdido. Eso es generosidad. Frente al interés personal, Jesús proclama que la generosidad con los pobres, sin esperar ser correspondido, es uno de los valores del reino. Esta tendencia es de todos los tiempos y culturas, por lo tanto también tuya, Dichoso serás si tienes un corazón generoso. Abre tu puerta al pobre.   Señor, enséñame a ser como tú:  desprendido, generoso, desinteresado.  Para que mi vida te agrade y sea feliz . La gratuidad es fuente de identificación con Dios. Normalmente amamos para que nos amén. Nuestra entrega la dosificamos dependiendo de lo que recibimos a cambio. Si me...

Gratuidad

  "Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados,  cojos y ciegos;   y serás bienaventurado,  porque no pueden pagarte."   (Lc14,12-14). En nuestro mundo, el valor de la persona se mide por el interés. Una persona que me puede aportar vale mucho; una persona que me puede pedir –un emigrante, un enfermo terminal o incluso un niño por nacer– no vale nada. En el mundo mercado, en el que todos somos un producto en venta, el servicio a los pobres y a los descartados permite descubrir la gratuidad y el don. Pero el Señor no hace acepción de personas. Para él, todos valemos lo mismo, tenemos una dignidad sustancial que nos hace a todos iguales dentro de nuestras diferencias.   Por eso el cristiano, que ve en cada persona a un hijo de Dios, no puede cerrar sus ojos ante el sufrimiento de los pobres, lisiados, cojos y ciegos de hoy que son todos los que no son considerados dignos. Frente a la sociedad del descarte propongamos el Evangelio de la inclusió...

Al estilo de Jesús

  "Cuando des un banquete,  invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte".  (Lc 14,12-14) Siempre esperamos una respuesta agradecida a nuestras acciones, a nuestro hacer. La clave es descubrir que nuestro hacer es la respuesta a una llamada, a una propuesta, en la que ya está incluido el reconocimiento y el agradecimiento, Dios nos quiere. El amor gratuito tiene poca cabida en una sociedad comercializada como la nuestra. La lista de invitados que propone Jesús es poco presentable en sociedad. Tenemos a nuestro alrededor personas cojas, ciegas o sordas de muchas maneras. Personase que se sienten solas o incomprendidas. Se necesita un gran amor a «sí mismos y a los demás» para estar a su lado sin humillarles. La amistad concreta y cotidiana con los pobres nos ayuda a entender la gratuidad. Y la gratuidad es el lenguaje de Dios. Es la gratuidad lo que más define el corazón de Dios. Vive y ama de forma desbordan...