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Mostrando las entradas etiquetadas como CAMINO VERDAD Y VIDA

Camino que conduce al cielo

  «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí» .   (Jn 14,1-6). No se turbe el corazón. No sea el miedo quien domine. La incertidumbre encuentre espacio. La desconfianza gane terreno. La fe en Dios Padre y en Jesús sea nuestro cimiento. Tenemos nuestra morada preparada en la casa del Padre. Estamos destinados a estar con él. “Yo soy el camino y la verdad y la vida” Y ante esta proclamación sólo nos queda ponernos a caminar sabiendo que buscamos la verdad que nos ilumina y llena la vida, de fe y confianza para hacer el bien y ser testigos de que creemos en un Padre que nos acoge con amor. Estamos siempre tentados a tomar otros caminos: quizás más fáciles, o creemos que son atajos que ayudan para alcanzar la meta. Jesús nos revela que Él es el camino, la verdad y la vida. Que es imposible acceder al Padre si no es a través de Él. Sin Jesús no llegamos al Padre. Vamos con Él y a Él. Vivimos en Él y por Él. Somos a su lado, caminamos c...

Unidos a Él

  «Que no pierda nada de lo que me dio» (Jn 6,35-40). Esta es la voluntad del Padre para con el Hijo, que no somos nosotros quién para juzgar y rechazar a nadie, sino que nuestra misión es acercarlos e invitarlos con nuestro testimonio a elegir cumplir la voluntad del que nos llena la vida. Quiere a todos. Es 'pan de vida' y es para todos. No echará fuera a nadie que acuda a Él. La acogida, la puerta abierta, la búsqueda y el deseo de encuentro, forma parte de su misión. Es la voluntad del Padre, del que lo ha enviado, 'que no se pierda nadie' Si le conocemos nos llama a estar con Él para que no nos perdamos, que no nos alejemos, que permanezcamos unidos a Él. Nos conoce y ama, quiere que nada ni nadie se pierda de lo el Padre le ha dado. Nos quiere a todos, nos quiere con Él. Nada de perdernos, alejarnos o buscar a otros. Dejemos que Él sea nuestro guía, nuestro Camino, nuestra Verdad, nuestra Vida. Dame de tu pan, ese que quita el hambre. Dame de tu agua...

El camino que conduce a la vida.

  «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.  Nadie va al Padre, sino por mí».   (Jn14,6-14). Acercarnos al Evangelio para que nada de lo que Él vivió, sintió, hizo, amó y propuso se nos pase de largo. Conocerle para seguirle. Conocerle es abrir el corazón y la vida al Evangelio. Conocer a alguien en sentido bíblico es amar, en el que se va creciendo cada día.   Conocerle es amarle; amarle es seguirle; seguirle es comprometerse; comprometerse es amar a los hombres y mujeres de este mundo; amar es servir y cuidar. A Jesús le conocemos si caminamos, si nos cuestionamos, si dejamos que la vida nos envuelva con toda su realidad. Si ponemos mente, corazón, cuerpo, atención en todo lo que ocurre. La plenitud de vida no acontece porque " pensemos" mucho, sino porque amamos mucho. A nosotros mismos, como la manifestación del primer regalo que Dios nos hace: la existencia. A los demás, como pequeñas "teofanías". Y la realidad que se nos presenta cada día, desconcer...