"Recibid el Espíritu Santo." (Jn 20,19-23). Jesús promete el regalo del Espíritu Santo, y nos advierte de un hecho crucial: a la fe no se llega por razonamientos intelectuales, ni por demostraciones empíricas. Basta con desplegar las velas del corazón para sentir el impulso del Espíritu Santo: él nos lo enseña todo. En esta Babel en que vivimos sin entendernos, hablamos sin escucharnos y criticamos sin conocernos, sigue siendo necesario. «El viaje» Entonces, en Babel perseguimos quimeras jugando a ser dioses. Escondimos la jugada desconfiando del vecino. La palabra se hizo bala, La intención, enigma. Cultivamos rivalidades. Alimentamos agravios. La incomunicación se disfrazó de tertulia. Rodeamos el vacío de apariencias. Se amaba poco y mal. Y así levantamos muros invisibles. Parecíamos próximos, pero habitábamos universos solitarios. Hoy, en Pentecostés buscamos la verdad, dejamos a Dios ser Dios. Mostramos nuestras cartas confiando en el hermano. La palabra es p...