"Dios-con-nosotros"

 

«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"». 

(Mt 1,18-23).

Hoy celebramos el nacimiento de María. La protagonista de una historia de salvación que llega hasta nosotros. Es la iniciativa amorosa de Dios y la respuesta confiada de los hombres lo que recorre está historia. Llena de "imposibles", llena de milagros, llena de pasos que dicen "Si". Una jovencita que acoge la inmensidad de Dios. Una historia que se deja abrazar y salvar por la eternidad.

Hoy es la fiesta de la Natividad de la Virgen María. El nacimiento de María es, usando una imagen de utiliza la liturgia, la Aurora que anuncia el nacimiento del Sol de justicia, Cristo el Señor. En efecto, en el seno de esta niña que nace acampará el Verbo de Dios hecho carne.

Agradezcamos al Señor de la vida y de la historia sus designios de amor y su fidelidad a su proyecto de salvación que sigue avanzando misteriosamente de generación en generación entre infidelidades y miseria, pero también gracias al sí de María, a su fidelidad y entrega al proyecto de Dios nacerá el Hombre Nuevo, la clave que permite entender la historia de la salvación.

Aquella joven nazarena había dicho "sí" a Dios, a sus planes, a su Palabra.  El Señor se había fijado en ella, en su humildad y por eso la escogió para ser la Madre de su Hijo. Su ternura atrajo la infinita misericordia de Dios sobre toda la humanidad. Es causa de nuestra alegría. Dios tiene un proyecto para cada uno. A primera vista nos parece inalcanzable, pero nos regala la presencia de María, la que siempre va abriendo camino. Vive tu fe con María. No tengas reparo en abrirle la puerta de tu corazón. 

¡Qué hermoso abrirte la puerta, María! 

¡Qué alegría cuando mis ojos se encuentran con los tuyos! 

¡Qué gozo acoger siempre tu regalo: a Jesús!

“Y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros” El Si de María abre la puerta de la historia al Enmanuel, al Dios con nosotros. Una presencia que se hace encuentro en lo sencillo, en las relaciones, los acontecimientos y las contrariedades. En las entrañas virginales de una mujer se engendra el autor de la Vida

Has nacido de María, la virgen, para salvarnos. Carne de nuestra carne humana. La virgen nació de Joaquín y Ana. Así estás entroncado en la humanidad, en una familia concreta, de un tiempo concreto, que habitaba en una pequeña ciudad, al margen de todos los imperios del tiempo. En lo pequeño, en lo sencillo, en lo olvidado. Ahí, tu salvación. Que vino del seno de María, la virgen.

 

 

Madre Santa, Virgen María, tú que diste tu "sí" a la voluntad de Dios, te alabamos y te damos gracias  por ser la primera en acoger al Salvador en tu seno. En tu humildad y fe, encontramos un modelo de obediencia  y confianza en el plan divino. Te pedimos que intercedas por nosotros ante tu Hijo Jesús,
para que podamos vivir con el mismo amor 

y generosidad con los que tú abrazaste la voluntad de Dios. Que al contemplar tu natividad, recordemos que, como el Niño Jesús, Dios está con nosotros en todo momento, y que su amor incondicional nunca nos abandona. Ayúdanos a vivir en paz, con esperanza, y a ser portadores de tu luz y ternura en el mundo.
Amén.