«Mujer, ¿por qué lloras?,
¿a quién buscas?»
.(Jn 20,1-2.11-18).
Que Jesús nos pregunte a cada uno porqué lloramos, porqué reímos, qué nos hace vibrar, es la prueba clara que quiere ser AMIGO. Hay muchas personas que no nos preguntan nada. Informan, piden, nos cuentan. ¿A quién le importamos de verdad? Jesús sabe lo mal que lo ha pasado María Magdalena y por eso es a la primera a la que le muestra el poder resucitador del amor. Cambia su luto en danzas. Le regala la experiencia de un futuro acompañado. Ella pensaba, como nosotros pensamos que había perdido a su gran amor. Y de repente está junto a Él.
"Buscaba al amor de mi alma, lo buscaba y no lo encontraba" ( Cantar 3, 1-4) Búsqueda amorosa. Te busco y no te encuentro, te busco y te encuentro en la misma búsqueda, te busco entre los muertos y no te hallo, te busco en la vida y ahí estás, Señor de la vida, entregando tu ser, amor y salvación, en esta fiesta de la apóstol enamorada.
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