Ilumíname

 


«¿Cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?»
(Lc 12,54-59).

Vivimos y todo nos conduce a programar y pensar en el futuro, incluso agobiarnos y deprimirnos. Eso impide que vivamos el presente que descubramos el mundo que tenemos alrededor y a las buenas personas.

"Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?" Tenemos respuestas inmediatas al preguntar sobre qué tiempo hará hoy, o cualquier pregunta a Google o a Chat GPT. Pero ¿quién nos responde a las cuestiones más esenciales? sobre ¿qué hacer con la vida?, ¿cómo rendir los talentos?, ¿cómo ser fiel al corazón? Es necesario preguntarle a aquel que nos ha dado la vida. Orar es el ejercicio de poner nuestra vida bajo la mirada y el sueño de aquel que más nos ama.


Jesús trae la última palabra del Padre a la humanidad; sin embargo los hombres no tienen la habilidad suficiente de descifrar los signos del reino presente en Jesús, no perciben la nueva vida que está brotando en las gentes. Descubre la presencia de Dios en lo que nos está aconteciendo y compártelo con los que viven contigo. Da gracias a Dios por todo.

Tu reino es vida, tu reino es gracia,
tu reino es justicia, tu reino es verdad,
tu reino es paz, tu reino es amor.
¡Venga a nosotros, tu reino, Señor!

Saber mirar el mundo, no alejarse de él. Saber descubrir en él las huellas de Dios, la presencia de Él y en las situaciones donde está ausente para hacerle presente. Miramos, comprendemos, aprendemos, proponemos, transformamos, vivimos hoy aquí y ahora.


Estamos llamados a mirar la realidad con sentido positivo, es dónde Él se manifiesta, y ¡¡¡vive!!!. Es a la luz del Evangelio como poder hacer esa mirada.

Interpretar requiere sabiduría y apertura. Distanciamiento afectivo de lo que pueda opacar o limitar. Acogida de lo contrario, y consenso ante las diferencias. Capacidad de escuchar, de creer y ver. Deseo de aprender y búsqueda constante.

Hoy, ahora  y aquí donde tenemos que ver la presencia de Dios, descubrir sus huellas, hallar sus preguntas, mirar sus señales, leer los signos de los tiempos... para responder con el Evangelio, construir el reino, vivir la fraternidad, proponerle a Él.

 Madre del Discernimiento abre nuestros ojos, oídos, corazón, pensamiento a los signos de los tiempos que vivimos, poniendo en nosotros el corazón misericordioso de tu hijo Jesús.

Ilumíname

Porque hay mañanas en las que siguen las sombras de la noche.
Porque a veces las nubes no se mueven de mi cielo.
Porque tengo vendas en los ojos que ni yo quiero quitar.
Porque cierro puertas y ventanas.
Y me empeño en que el flexo sustituya al sol.
Porque sin Ti, mi horizonte se estrecha
Y mi suelo se quiebra.
Porque sí. Porque te necesito.
Ilumíname.

(Óscar Cala, SJ)


 

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