El Señor es mi luz y mi salvación



«Que os suceda 
conforme a vuestra fe» 

(Mt 9,27-31)  

Las dificultades de la vida a veces nos hacen caminar a ciegas.
Sólo la verdadera confianza en Cristo nos devolverá la luz.
Ese será tu verdadero milagro

El grito es un signo de oración..

La necesidad nos pone en camino y despierta la confianza para abrirse paso. 
Cuando alguien realiza gestos sencillos y pronuncia palabras de verdad, la fe se aviva.
Antes de iniciar la jornada busca en tu interior tu fondo creyente.
Que tú fe en Jesús, sea cada día, la lámpara que alumbre toda duda.    

¿Mi estilo de vida?
El que sólo se explique si Jesús está en medio.


Dejemos que Jesús cure nuestros ojos para que Él sea nuestra luz y salvación.
-Que te suceda conforme a tu fe.
-¡Pero mi fe es tan pequeña!
Mejor, que me suceda conforme a tu magnanimidad.

María, luz en nuestro ciego caminar ¡alienta nuestra fe!
María sean tus ojos los que nos abran los nuestros al cielo.



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