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El Señor se hace uno de nosotros




“Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán…  
Jacob engendró a José, 
el esposo de María, 
de la cual nació Jesús, 
llamado Cristo” 
(Mateo 1, 1-17).    

En este lunes de esta semana de Gaudete contemplemos cómo se acrecienta la alegría por ver la mirada de nuestro Dios en nuestro frágil barro.

Dios deseoso de comunicarse, se hace humanidad y acampa en la tierra de los hombres.

Jesús ha entrado en la historia de la humanidad humilde y pobre.
Se encarna en nuestra fragilidad para revestirla con una luz nueva.
Y hoy nos invita a dejar que se encarne también en nuestras vidas frágiles y pecadoras.

Por la encarnación, también tu tierra lleva dentro una semilla de amor. Déjala crecer.  

Me asombra, Señor, tu modo de entrar en la Historia de la Humanidad. 
Tus caminos de salvación son inefables.
En silencio me dejo alcanzar por tu gracia.
Que tu vida en mí sea un don para todos.    


La historia de Jesús es una historia de amor única e irrepetible.
De entrega generosa y de aceptación de los designios de Dios.
¿Te atreves a intentarlo en tu vida?

Mis raíces, mi familia, mi historia son mi pasado, mi presente, mi futuro.
En definitiva, mi identidad, desde donde me explico, soy, obro y sueño.
Por todo ello, gracias.

Nuestra genealogía es absolutamente maravillosa.
¡Fijaos quién es nuestra Madre!

En medio del bombardeo publicitario, el consumismo voraz y excesos de todo tipo, el corazón lo que necesita y desea es silenciar, contemplar, gustar de lo sencillo, dejarse empapar del misterio de un Dios, que por amor, viene a nacer en nuestra carne.


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