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Jesús, ¿qué quieres de mí?




“Jamás ha hablado nadie así” (Jn 7,46)   


Jesús no aparece en el evangelio de hoy: 
se recogen opiniones de quienes lo habían escuchado 
en Jerusalén durante la fiesta. 
Hay adhesiones 
(«es de verdad el profeta», «es el Mesías»). 
Se habla del valor de los guardias, 
que han desobedecido la orden de prenderlo 
porque «jamás ha hablado nadie así». 
Se destaca la opinión valiente de Nicodemo, 
contraria a la de todo el sanedrín, 
seguramente porque se había preocupado 
de conocer personalmente a Jesús.

- Danos, Señor, la madurez y coraje necesarios 

para saber expresar y vivir la fe sin complejos 
en un mundo tan plural y con tantas opiniones.


Los que presumen de conocer a Dios 
quieren eliminar a Jesús, lo tachan de impostor. 
Pero la palabra de Jesús 
no está encadenada por el miedo. 
Jamás ha hablado nadie como Él.
  
Toma, con Jesús, 
las decisiones importantes de tu vida. 
Jesús, ¿qué quieres de mí? 
Ábrete sin temor a la acción del Espíritu. 
 

“Espíritu Santo, infúndenos la fuerza 
para anunciar la novedad del Evangelio con audacia, 
en voz alta y en todo tiempo y lugar, 
incluso a contracorriente” (Papa Francisco). 


“Ante la gravedad del pecado, 
Dios responde con la plenitud del perdón”  (MV 3)   


Hace falta tener el coraje de crear 
alguna vez a nuestro alrededor un oasis de silencio 
para dejar espacio a la palabra de Jesús. 


Señor, me pongo en tus manos 
y mi mente se serena, 
desaparecen mis desasosiegos 
y vuelvo a llenarme de entusiasmo 
para seguir viviendo a tu manera.

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