"Cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto." (Mt 6,1-6.16-18). Qué confianza da creer en él Dios que no necesita aspavientos, ni que le griten con largos rezos. No hace falta, porque Él ve en lo escondido: donde no llega nadie, donde se juega en lo más íntimo, Él se da cuenta de todo. Prefiere siempre lo discreto, lo escondido: Él lo ve. Gracias Señor por regalarnos espacios en los que conviertes los desiertos en oasis. Gracias porque orar no es una zona VIP, de difícil acceso, sino la posibilidad ofrecida a todos. Gracias porque lo que ocurre en esos diálogos en lo secreto es restaurador. Alejados de exigencias, de valoraciones externas, somos amados en la plenitud de tu mirada. Gracias porque al orar nos devuelves la dignidad que para ti, nunca hemos perdido Cuidad de practicar la justicia delante de los hombres es vivir de cara a Dios. Hacer limosna sin que s...