Seguirlo




“¿A quién vamos a acudir? 
Tú tienes palabras de vida eterna” 
(Jn 6, 60-69)

Cuando no sabemos a dónde vamos, tampoco conócenos a donde queremos llegar.
Si no hacemos camino con quien sabe a dónde ir y por dónde, terminaremos muy lejos de un gran destino

Hoy, Jesús resucitado, nos DESCUBRE que no es fácil SEGUIRLO.
Habrá ocasiones, momentos que nos paralicen, distractores que emboten el pensamiento, dudas... SEGUIRLO a medias, cuando nos interese.

La Palabra del Señor nos corrige, nos consuela, nos apacigua, nos anima, nos ilumina, nos instruye, nos desinstala, nos impulsa a salir de nosotros mismos, nos transforma, nos devuelve la paz y la alegría...
La Palabra del Señor es Vida eterna.


Haz de cada uno de nosotros personas alegres y renovadas por tu Palabra.


¿TAMBIÉN VOSOTROS QUERÉIS MARCHAROS?
En los momentos de cansancio y enfado, en los de dureza e incomprensión, ¿también vosotros queréis marcharos?
En los momentos de oscuridad y fracaso, en los de sufrimiento y desilusión, ¿también vosotros queréis marcharos?

Ya te conozco
y te amo desde hace tiempo,
Amigo mío.
Sé que me amas
y siento que tu palabra me hace bien.
Ahora me invitas
a romper todas las barreras
y ponerme en tus manos.
Me llamas a ponerte
en el centro de mi vida
y no alejado de mí.
Es duro este desafío
que me propones,
pero siento que, una vez más,
como siempre,
puedo y debo confiar en ti.



Comentarios

Entradas populares de este blog

"Señor, enséñame a orar"

Gracias, Señor.

Colaborar con el Señor