El pan que tú eres



"La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el que Él ha enviado" 
(Jn 6,22-29)  

Dios abre el misterio de su vida y lo comparte con nosotros; nos invita a apoyarnos únicamente en su visible testimonio.
La fe es el medio que Dios nos ha dado para unirnos a él, y para atravesar toda crisis.
En la mirada de Cristo se percibe la profundidad del amor. 
El pan partido y repartido es la expresión del amor gratuito. 
Vive hoy con gozo tu pertenencia a Dios.
Descúbrete habitado, amado. 
Una vez más, Señor, me haré capacidad para que tú seas torrente.



Decimos: “Por el interés, te quiero, Andrés”.
Pues esto funciona con los hombres y con Dios.

¿Utilizo el Evangelio para satisfacer mis deseos, imponer mis ideas o justificar mis miedos; o para buscar, como Jesús, la voluntad del Padre, el alimento que sacia y que perdura?

“Trabajad no por el alimento que perece, sino por el que perdura para la vida eterna”




Es verdad…
Tú, Jesús, sabes muy bien
con qué facilidad me olvido de ti.
Pero he descubierto que solo el Pan que tú eres
es lo que alimenta mi vida,
me saca de la debilidad
y me da una fuera nueva.
Solo el Pan que tú das y que tú eres
puede transformar mis ideas
y envolverme en un abrazo de luz y de paz.

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