La invitación de Felipe a Natanael no busca imponer ni convencer. No cuestiona sus resistencias.Felipe no emplea más que tres palabras para llevarlo ante Jesús. El acompañamiento y el discernimiento deben de ser medios que lleven al Encuentro.
Cada uno de nosotros podemos ser ese camino que lleva a
Dios.
Cada uno de nosotros podemos ser ese camino de encuentro.
No que nosotros llamemos.
Solo Jesús llama.
Pero tú y yo podemos ser los que preparemos el encuentro.
El resto se lo dejamos al Señor.
Y alguien que “sestea debajo de una higuera”,
puede llegar a ser seguidor y apóstol de Jesús.
No perdamos la oportunidad.
Muchos la necesitan y esperan,
aunque se digan “incrédulos”.
Creer para ver. La fe nos hace mirar la realidad con los ojos de Dios, y así la realidad se convierte en el lugar donde Él se hace presente, la creación es obra de sus manos y las personas imagen y semejanza suya.
“Jesucristo, Tú tienes el gran deseo de que todos te conozcan, para que encuentren el verdadero Amor del Padre. Pero has querido hacerte necesitado de mi boca para hablar de Ti. Cuenta conmigo. Aquí mismo donde vivo, en mi puesto de trabajo, entre mis amigos, sé que algunos no te conocen. Dame ese fuego misionero, la gracia de transmitir el encuentro contigo”. (Papa Francisco)
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