El Señor es amigo de dar



“Al que tiene se le dará y tendrá de sobra” 
(Mt 13,12)  

El evangelio de hoy nos presenta un Dios activo que entra en nuestras vidas y nos quiere tomar de la mano. 
A través de las cosas ordinarias nos muestra quiénes somos y qué debemos hacer. 
La Palabra nos pide un cambio de vida. 
Esta escucha de la Palabra nos recuerda que Dios está a nuestro lado y nos pide que creamos y nos dejemos guiar por ÉL.

- Señor, que sepa entender lo que quieres de mí.

Dios se hace torrente para quien se hace capacidad. 
El gozo de Dios es que todo ser humano viva en plenitud. 
Pon tus dones en una mesa común para que todos puedan beneficiarse. 
El manantial de Dios que hay en tu corazón nunca se agotará.

¿Quién más amigo de dar, que tú, Señor, si tienes a quién? 
Abre mi corazón a tus dones. 



Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.

Quédate a decirnos tus vivas palabras
que aquietan la mente y encienden el alma.

Mantén en ascuas nuestro corazón torpe,
disipa nuestras dudas y temores.

Míranos con tus ojos de luz y vida,
devuélvenos la ilusión perdida.

Lava las heridas de estos pies cansados;
despiértanos vida con gestos humanos.

Quédate y límpianos rostro y entrañas;
quema esta tristeza, danos esperanza.

Quédate, Señor, comparte nuestras viandas
y muéstranos, paciente, tus enseñanzas.

Pártenos el pan de tu compañía;
ábrenos los ojos de la fe dormida.

De tus palabras cuelga lo que buscamos,
lo hemos visto caminando a tu lado.

Quédate y renueva valores y sueños;
danos tu alegría y tu paz de nuevo.

Condúcenos siempre al mundo, a la vida,
para ver tu rostro en rostros cada día.

Quédate, Señor, que se hace ya tarde,
que el camino es largo y el cansancio grande.


Florentino Ulibarri. 
 

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