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Yo también quiero ser feliz


“Dichosos... ” 
(Mt 5,1-12a).

Jesús propone el estilo de vida de los suyos, de los que aspiran a la santidad. 
Las bienaventuranzas son un mensaje de esperanza y una palabra de aliento. 
La dicha viene de la especial solicitud de Jesús. 
Hoy, de nuevo Jesús al vernos proclamaría las bienaventuranzas. Acógelas como dirigidas a ti, deja que su Palabra te penetre y anhela llegar a tener ese estilo de vida. 

Somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos...
Cuando se manifieste, seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es

Hoy es un día para una serena esperanza.
Estamos en comunión con los hermanos que ya están en la presencia de Dios. 
Felices, bienaventurados

Las huellas de los santos son muy superiores al número de su zapato, porque son huellas de Dios...

Queridos amigos, el mundo necesita santos, y todos nosotros, sin excepción, estamos llamados a la santidad. 
¡No tengan miedo! (Papa Francisco)

La santidad consiste en vivir felices dando fruto en la tierra donde Dios nos ha sembrado.

Los santos no son héroes imposibles, sino personas de carne y hueso que se atreven a construir la vida desde el amor



Las pequeñas cosas de cada día hechas con amor son el camino hacia la santidad (Papa Francisco)


Yo también quiero ser feliz,
Señor. 
Quiero ser ese hombre nuevo, esa mujer nueva, 
y tener como recompensa el Reino. 
Quiero ser santo/a.  



¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Son, ni más ni menos, aquellos
que en la Montaña de las Bienaventuranzas
 encontraron y renovaron, una y otra vez,
su pasión y su carnet de identidad
Los que, abriendo la ventana de su corazón,
permitieron que entrase la luz divina y, con esa luz eterna,
agradar totalmente a Dios sin olvidar al hombre.
Son, esos hermanos nuestros, que sin hacer cosas extraordinarias
fueron grandes por su inmensa sencillez;
en la oscuridad, nunca se cansaron de buscar al Señor
y en la luz del mundo, nunca lo dejaron perder.

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Son aquellos/as que fueron fieles al Señor
sin doblegarse o arrodillarse a los pies de otros dioses
Los que, en el sufrimiento, nunca se acobardaron
y, en el éxito, no quisieron dar la espalda al Evangelio
Los que, ante la injusticia, eran altavoz de los que no tenían voz
o los que, ante la pobreza, sabían sembrar a Dios como riqueza

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Tal vez los que, sin levantar mucho ruido,
hicieron un bien inmenso en tantos hombres y mujeres del mundo
Aquellos que, en la soledad, acompañaron con horas sin término
Los que, obligados a renunciar a su fe, prefirieron el martirio
Los que, enmudecidos por muchos intereses, nunca callaron
Los que, presionados por la hostilidad, sólo predicaron la paz

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Son los que, lejos de dejarse seducir por la palabrería barata
se dejaron llevar por la Palabra de Jesucristo
Son los que, tentados por los mil sabores de la tierra
no quisieron jamás apartarse del alimento del cielo: la Eucaristía
Son los que, perseguidos por proclamar la verdad
se crecieron y fueron fuertes hasta el último instante de sus vidas
Son los que, además de amar con pasión la creación,
nunca olvidaron que, Alguien, era su Creador

¿QUIÉNES SON TODOS LOS SANTOS?
Son los que pretendieron un mundo diferente
atravesado por la estrella de la fe e iluminado por el Espíritu Santo
Los que esperaron y soñaron con Dios como recompensa final
Los que, sin ser entendidos ni comprendidos,
han sido recibidos con un abrazo gratificante en el cielo
Los que, con su vida y en su vida, por su vida y desde su vida
quisieron y disfrutaron llevando a Dios
hasta lo más hondo de su existencia.

Esos son… nuestros santos.

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