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Astucia





“Los hijos de este mundo son más astutos 
con su gente 
que los hijos de la luz” 
(Lc 16, 8).

Esta parábola no nos invita a ser inicuos sino a ser sagaces, a hacernos amigos utilizando los bienes de este mundo para ponerlos al servicio de los más necesitados. 
El reino de Dios necesita de ti, de tu decisión y de tu inteligencia. Ponlas a su servicio.
Cambiemos en cada pequeño gesto cotidiano.
No derrochar recursos, llevar un estilo de vida sobrio, es la base para crear un mundo donde todos podamos vivir con dignidad.
“Lo que no se comparte se pierde, lo que se brinda de corazón se multiplica”
Perder apego a la riqueza.
Ganar libertad para amar.
Ensanchar el corazón.
Vivir con sencilla alegría, como un pobre que todo lo agradece y todo lo espera.
Feliz, bienaventurado.

Señor, que distinga en cada momento lo verdaderamente importante.

Señor, que no se me escape la vida derrochando los bienes que he recibido, sino que los ponga al servicio de los demás.

Tú, Señor, siempre me sorprendes. 
Y no me gusta... pero lo necesito. 
Que mi entrega sea más inventiva y audaz en beneficio de mis hermanos.

Señor, gracias por todas las capacidades que me has dado.
Ayúdame a reconocerlas y agradecerlas,
a ponerlas al servicio de los hermanos,
de tu Reino de justicia, verdad, amor y paz.

Que mi astucia no se vuelque en alcanzar mis caprichos
y busque el crecimiento de los más pequeños y pobres.

Que mi inteligencia no sirva para justificar mis errores,
y me ayude a crecer en sinceridad y humanidad.

Que mi creatividad no sea egoísta ni aprovechada
y abra nuevos caminos para la generosidad y el amor.

Que mi talento no se centre en perseguir mi bienestar
y trabaje para construir el bien común y la paz.

Señor, gracias por todas las capacidades que me has dado.
Ayúdame a reconocerlas y agradecerlas,
a ponerlas al servicio de los hermanos,
de tu Reino de justicia, verdad, amor y paz.

Conmemoramos hoy a san León Magno,


Papa del siglo V, a quien la Iglesia venera como doctor por la claridad y profundidad de su doctrina, y a quien tocó vivir siempre tiempos difíciles manteniendo la firmeza y la lucidez ante las herejías que sacudieron a la comunidad cristiana durante aquellos años.

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