«Gracias»
“Levántate, vete; tu fe te ha salvado”
(Lc 17,19).
Jesús cura a diez leprosos que se acercan pidiéndole
misericordia.
No sólo les devuelve la salud física sino una
restauración en la vida social de su pueblo.
Sólo un extranjero tuvo fe para reconocer la bondad de
Dios que actuaba en Jesús.
Regresa a su presencia para darle gracias.
Normalmente las personas agradecidas se han entrenado en
cosas pequeñas: ceder el paso, sonreír al llegar al trabajo, dar las gracias
cuando nos prestan algún servicio.
«Gracias» es una palabra muy simple pero muy difícil de
pronunciar para algunos.
Esta dinámica de
gratitud se vive también en la vida espiritual.
Sentir a Dios siempre a nuestro lado es el mejor de los
regalos.
- Señor, que sepa reconocerte a lo largo del día.
- Señor, que sepa reconocerte a lo largo del día.
En el camino de mi vida me ofreces tu gracia
salvadora.
Abre mi fe a la confianza.
Dame un corazón agradecido.
"Gracias, Señor, por la aurora y por el nuevo
día.
Gracias por el sol que nos calienta e ilumina.
Gracias por la luna que alivia oscuridades.
Gracias por el viento, los árboles, los animales...
Gracias por la casa que nos acoge y protege.
Gracias por las sábanas, las toallas y los pañuelos.
Gracias por poder vestir cada día ropa limpia.
Gracias por el agua que brota en cada grifo.
Gracias por los alimentos de la despensa y la nevera.
¡Cuántas cosas tenemos, Señor, y a veces no somos conscientes!
Y sobre todo, Señor, gracias por tu amistad, tu perdón y tu compañía.
Gracias por el cariño de los amigos y la familia.
Gracias por las personas que hoy me ayudarán a sonreír y a seguir adelante.
Gracias por las personas a las que hoy podré amar y servir.
Gracias ...
Gracias por el sol que nos calienta e ilumina.
Gracias por la luna que alivia oscuridades.
Gracias por el viento, los árboles, los animales...
Gracias por la casa que nos acoge y protege.
Gracias por las sábanas, las toallas y los pañuelos.
Gracias por poder vestir cada día ropa limpia.
Gracias por el agua que brota en cada grifo.
Gracias por los alimentos de la despensa y la nevera.
¡Cuántas cosas tenemos, Señor, y a veces no somos conscientes!
Y sobre todo, Señor, gracias por tu amistad, tu perdón y tu compañía.
Gracias por el cariño de los amigos y la familia.
Gracias por las personas que hoy me ayudarán a sonreír y a seguir adelante.
Gracias por las personas a las que hoy podré amar y servir.
Gracias ...
Hoy celebramos a San Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia
Alberto (1200-1280), aunque fue durante arios provincial de los dominicos y obispo de Ratisbona, tenía como verdadera vocación el estudio, la investigación y la enseñanza.
Alberto (1200-1280), aunque fue durante arios provincial de los dominicos y obispo de Ratisbona, tenía como verdadera vocación el estudio, la investigación y la enseñanza.
Pocos como él llegaron a una síntesis tan admirable entre la
filosofía aristotélica y la teología cristiana.
Así preparó el camino a Tomás
de Aquino, discípulo suyo en Colonia.
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