"¿Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?" (Lc 11,1-13). Cuando uno de los discípulos le pide a Jesús "enséñanos a orar", el Señor nos enseña el Padre nuestro: no cabe la primera persona del singular sino del plural, nos mete de cabeza en el misterio de Dios y en la fraternidad universal, sólo puede rezarse desde el Espíritu de Jesús. Señor, enséñame a orar con fe, constancia y confianza, creyendo en tu amor de Padre que siempre cuida de mí. Señor, enséñanos a orar . Esta es la petición, Señor, que seguimos haciendo cada día, para que nos enseñes a orar en espíritu y verdad, en silencio, en sencillez, en abandono, una oración auténtica, que busque tu ser en amor, una oración que nazca de la realidad, que esté atenta a los más necesitados, a los marginados, a los descartados, a los que no cuentan… una oración que me haga menos mío y más tuyo. La oración que Jesús nos ens...