LA ALEGRÍA DEL CRISTIANO ES SABERSE ACOGIDO Y AMADO POR DIOS
![](https://scontent-b-cdg.xx.fbcdn.net/hphotos-frc3/1510534_10152120692402022_585105455_n.jpg)
En la liturgia resuena más veces la
invitación a estar contento, a alegrarse.
¿Por qué?
Porque el Señor está cerca.
La Navidad está cerca.
El mensaje cristiano se llama Evangelio, es decir, Buena
Noticia.
Un anuncio de alegría para todo el pueblo.
La Iglesia no es un refugio para gente triste.
La Iglesia es la casa de la alegría.
Y aquellos que están tristes encuentran en eso la
alegría, encuentran en ella la verdadera alegría.
Pero esa del Evangelio no es una alegría cualquiera.
Encuentra su razón en el saberse acogidos y amados por
Dios, como nos recuerda el profeta Isaías.
Dios, Él viene a salvarnos, y da su ayuda especialmente a
los que tienen el corazón desorientado.
Su llegada en medio a nosotros nos fortalece, nos da
fuerza, valor, produce regocijo y florece el desierto y la estepa, es decir
nuestra vida cuando se hace árida.
¿Y cuándo se hace árida nuestra vida?
Cuando está sin el agua de la Palabra de Dios y de su
Espíritu de amor.
Por más grandes que sean nuestros límites y nuestras
pérdidas, no se nos permite estar débiles y vacilantes frente a las
dificultades y a nuestras mismas debilidades.
Por el contrario, se nos invita a fortalecer las manos, a
fortalecer las rodillas para tener coraje y no temer, porque nuestro Dios nos
muestra siempre la grandeza de su misericordia.
Él nos da la fuerza para ir adelante. Él está siempre con
nosotros para ayudarnos a ir adelante.
Él es un Dios que nos quiere mucho.
Nos ama.
Y por esto está con nosotros para ayudarnos, para
fortalecernos e ir adelante.
¡Ánimo!
Siempre adelante.
Gracias a su ayuda nosotros podemos recomenzar siempre de
nuevo.
¿Cómo recomenzar de nuevo?
Alguno puede decirme:
'No padre, yo he hecho tantas, soy un gran pecador, una
grande pecadora, yo no puedo recomenzar de nuevo'.
Te equivocas, tú puedes recomenzar de nuevo.
¿Por qué?
Porque Él te espera, Él está cerca de ti, Él te ama.
Él es misericordioso.
Él te perdona.
Él te da la fuerza de recomenzar de nuevo.
A todos.
Seamos capaces de reabrir los ojos, de superar tristezas
y llantos y entonar un canto nuevo.
Y esta alegría verdadera permanece también durante la
prueba, también en el sufrimiento, porque no es superficial, pero baja a lo
profundo de la persona que se fía de Dios y confía en Él.
La alegría cristiana, como la esperanza, tiene su
fundamento en la fidelidad de Dios, en la certeza que Él mantiene siempre sus
promesas.
El profeta Isaías exhorta a aquellos que han perdido el camino y
se encuentran en la desesperación a confiar en la fidelidad del Señor, porque
su salvación no tardará en irrumpir en su vida.
Cuantos han encontrado a Jesús a lo largo del camino,
experimentan en el corazón una serenidad y una alegría de la que nada ni nadie
podrá privarlos.
Nuestra alegría es Jesucristo, ¡su amor es fiel e
inagotable!
Por eso, cuando un cristiano se vuelve triste, quiere
decir que se ha alejado de Jesús.
¡Pero entonces no podemos dejarle solo!
Es necesario rezar por él y hacerle sentir el calor de la
comunidad.
La Virgen María nos ayuda a acelerar el paso hacia Belén,
para encontrarnos con el Niño que ha nacido por nosotros, por la salvación y la
alegría de todos los hombres.
A ella el ángel le dijo:
"Alégrate llena de gracia: el Señor está
contigo".
Ella nos ayuda a vivir la alegría del Evangelio en la
familia, en el trabajo, en la parroquia y en cualquier ambiente.
Una alegría íntima, hecha de maravilla y de ternura.
Esa que siente una madre cuando mira a su hijo recién
nacido, y siente que es un regalo de Dios, '¡un milagro por el que dar
gracias!"
Francisco Ángelus de hoy domingo
Comentarios
Publicar un comentario