En el día de San Esteban: "Hoy oramos en modo particular por los cristianos que padecen discriminaciones a causa del testimonio de Cristo y del Evangelio"
Queridos hermanos
y hermanas:
La liturgia extiende la Solemnidad de la Navidad por ocho días: ¡un tiempo de alegría para todo el pueblo
de Dios!
![](http://ec.aciprensa.com/newwiki/images/9/96/San_esteban_3.jpg)
Y en este
segundo día de la octava, en el gozo de la Navidad se introduce la fiesta de san Esteban, el primer mártir de la Iglesia.
Y nos relata
su martirio: cuando, después de un discurso de fuego que suscitó la cólera de
los miembros del Sanedrín, fue arrastrado fuera de los muros de la ciudad y
lapidado. Esteban murió como Jesús, pidiendo el perdón para sus asesinos.
(7,55-60).
En el clima alegre de la Navidad, esta conmemoración podría parecer fuera de lugar.
En el clima alegre de la Navidad, esta conmemoración podría parecer fuera de lugar.
La Navidad
en efecto es la fiesta de la vida y nos infunde sentimientos de serenidad y
paz; ¿por qué turbar el encanto con el
recuerdo de una violencia tan atroz?
En realidad, en la óptica de la fe, la fiesta de san Esteban está en plena sintonía con el significado profundo de la Navidad.
En realidad, en la óptica de la fe, la fiesta de san Esteban está en plena sintonía con el significado profundo de la Navidad.
En el
martirio, de hecho, la violencia es vencida por el amor, la muerte por la vida.
La Iglesia ve en el sacrificio de los
mártires su “nacimiento al cielo”.
Celebramos hoy, pues, el “nacimiento” de Esteban, que en profundidad brota de la Navidad de Cristo.
Celebramos hoy, pues, el “nacimiento” de Esteban, que en profundidad brota de la Navidad de Cristo.
¡Jesús
transforma la muerte de cuantos lo aman en aurora de vida nueva!
En el martirio de Esteban se reproduce la misma confrontación entre el bien y el mal, entre el odio y el perdón, entre la mansedumbre y la violencia, que tuvo su cumbre en la cruz de Cristo.
La memoria del primer mártir llega así, inmediatamente, a disolver una falsa imagen de la Navidad: ¡la imagen dulce y de fábula, que no existe en el Evangelio!
La liturgia nos reconduce al sentido auténtico de la encarnación, uniendo Belén al Calvario y recordándonos que la salvación divina implica la lucha contra el pecado, pasa a través de la puerta estrecha de la cruz.
Éste es el camino que Jesús indicó claramente a sus discípulos, como afirma el Evangelio de hoy:
En el martirio de Esteban se reproduce la misma confrontación entre el bien y el mal, entre el odio y el perdón, entre la mansedumbre y la violencia, que tuvo su cumbre en la cruz de Cristo.
La memoria del primer mártir llega así, inmediatamente, a disolver una falsa imagen de la Navidad: ¡la imagen dulce y de fábula, que no existe en el Evangelio!
La liturgia nos reconduce al sentido auténtico de la encarnación, uniendo Belén al Calvario y recordándonos que la salvación divina implica la lucha contra el pecado, pasa a través de la puerta estrecha de la cruz.
Éste es el camino que Jesús indicó claramente a sus discípulos, como afirma el Evangelio de hoy:
“Ustedes
serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el
fin se salvará” (Mt 10, 22).
Por ello hoy oramos en modo particular por los cristianos que padecen discriminaciones a causa del testimonio de Cristo y del Evangelio.
Por ello hoy oramos en modo particular por los cristianos que padecen discriminaciones a causa del testimonio de Cristo y del Evangelio.
Estemos
cercanos a estos hermanos y hermanas que, como san Esteban, son acusados
injustamente y hechos objeto de violencia de diverso tipo.
Estoy seguro que, lamentablemente, son más numerosos hoy que en los primeros tiempos de la Iglesia.
Estoy seguro que, lamentablemente, son más numerosos hoy que en los primeros tiempos de la Iglesia.
¡Son tantos!
Esto sucede
especialmente allí donde la libertad religiosa no es todavía garantizada o no
es plenamente realizada.
Pero también sucede en países y ambientes en los que sobre los papeles tutelan la libertad y los derechos humanos, pero donde de hecho los creyentes, y especialmente los cristianos, encuentran limitaciones y discriminaciones.
Quisiera pedirles, recemos hoy por estos hermanos y hermanas un momento, en silencio, todos.
Pero también sucede en países y ambientes en los que sobre los papeles tutelan la libertad y los derechos humanos, pero donde de hecho los creyentes, y especialmente los cristianos, encuentran limitaciones y discriminaciones.
Quisiera pedirles, recemos hoy por estos hermanos y hermanas un momento, en silencio, todos.
Los
confiamos a la Virgen: Dios te salve María...
Al cristiano esto no lo maravilla, porque Jesús lo preanunció como ocasión propicia para dar testimonio.
Al cristiano esto no lo maravilla, porque Jesús lo preanunció como ocasión propicia para dar testimonio.
Sin embargo,
en el plano civil, la injusticia debe ser denunciada y eliminada.
María Reina de los Mártires nos ayude a vivir la Navidad con aquel ardor
de fe y amor que refulge en san Esteban y en todos los mártires de la Iglesia.
Ángelus del Papa Francisco el
26 de diciembre
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