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Trabajar en la viña



"Se os quitará el reino de Dios
y se dará a un pueblo
que produzca sus frutos"
(Mt 21, 33-43)

Dios Padre Bueno y Misericordioso,
te damos Gracias porque Tú nos llamas hoy
a cuidar tu Reino de Vida en medio del mundo,
para anunciar tu Buena Noticia a todas las personas.
Tu Reino de Vida y Salvación no nos pertenece,
pero Tú nos lo confías para que demos frutos,
y que estos sean unos frutos buenos y abundantes
que beneficien a todos y enriquezcan nuestro corazón.
Te damos Gracias, Señor Jesucristo y Dios nuestro,
porque solo Tú eres nuestra Piedra Angular
que da sentido verdadero a nuestra vida,
y en la que podemos apoyar todo nuestro ser,
nuestra vida cotidiana y nuestras circunstancias,
con todas nuestras virtudes y nuestras miserias.
¡Gracias, Dios nuestro, porque Tú no sostienes siempre!
Ten Misericordia de nosotros y transfórmanos
en buenos discípulos, fieles y obedientes a tu Voluntad,
que trabajen en tu Viña de Vida, sin cansancio,
para ofrecer al mundo los buenos y abundantes frutos
que de ella se espera, y que tanto necesitamos todos.
Danos Tú, Dios Padre Bueno y Misericordioso,
un corazón sensible al dolor y el sufrimiento del mundo,
que esté siempre dispuesto a consolar a quien sufre
y a acoger en todo momento a quien más lo necesite,
y siendo siempre portadores de tu Paz y tu Misericordia,
para que tu Amor llegue al corazón de cada persona. 
Amén.


¡Dichosos quienes sienten la llamada  
a trabajar en la viña, 
porque serán generosamente recompensados!

Señor, ayúdanos a trabajar con gusto en la Viña, 
para que un día todos podamos disfrutar de sus frutos. 
Para alegría de Dios. 

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