SOMOS CIUDADANOS DEL CIELO

Que importante es que nos hablen del Cielo. Hoy la Iglesia quiere que contemplemos a esos hombres y mujeres, que hicieron de alguna manera el cielo en la tierra siendo trasparencia de Dios en sus vidas.
"El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo". (Benedicto XVI)
Mañana recordaremos a nuestros hermanos difuntos y pediremos por ellos para que gocen ellos también del Cielo. SOMOS CIUDADANOS DEL CIELO no lo olvidemos: Dios nos ha creado para la vida. No somos seres para la muerte.
"Nos has hecho, Señor, para ti, y nuestro corazón está siempre inquieto, y en continua zozobra, hasta que descanse en ti". (San Agustín)



DECÁLOGO PARA EL MES DE NOVIEMBRE de Javier Leoz

1.No olvides que, si vives, es porque otros lo existieron antes que tú. Da gracias a Dios por tus familiares difuntos. Reza todos los días, durante este mes, por ellos. (Jn 11,1-45)

2.Lee la Palabra de Dios que habla de esperanza, eternidad y perdón. Te situará y te hará ver que Dios cumple lo que promete. (Rm 5,5)

3.Relativiza situaciones y conflictos. No merece la pena vivir con caras largas ni con cargas. La vida es demasiado corta como para recorrerla sin amor y sin humor. (Mt 18,21-35)

4.Piensa en qué puedes mejorar y a quién le puedes hacer un inmenso bien. Todos podemos superarnos en algo: carácter, lenguaje, actitudes o egocentrismo. (Jn 8,12)

5.Lucha por la vida. “Mientras hay vida hay esperanza” canta un viejo proverbio. Defiéndela, en este año de la vida, especialmente en nombre de aquellos que por injustas leyes son aniquilados antes de nacer. (Jn 10,10)

6. “Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír”. No te dejes vencer por las dificultades. Agárrate a la oración.(Mt 16,14-66)

7.Vive el presente como si fuera el último día de tu vida. Encara la noche poniendo tu historia en manos de Dios, como si no fueras a despertar. Te llenará de paz.(Mt 6,19-20)

8.No olvides los pequeños detalles con los que te rodean. No esperes a que la gente muera para demostrarles lo mucho que les querías. La conciencia, el día de mañana, te lo agradecerá. (Lc 6,36-38)

9.Vive con intensidad cada momento. Pero, sobre todo, llénalo de fe, esperanza y amor. Entre otras cosas porque, ese momento, puede ser decisivo en tu encuentro personal con Dios: “al atardecer de la vida me examinarán del amor”.(Jn 15,9-17)

10.Irradia alegría. Ello denotará muchas cosas: el contenido de tu corazón y que, el Señor, camina junto a ti. En el mundo sobran muchas cosas, pero andamos deficitarios de sonrisas, de payasos divinos. (Fil 4,4)

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