¿Quién conduce tú vida?





“No tentarás al Señor, tu Dios” 
(Lc 4, 1-13)

Ir al desierto, un lugar sin caminos para encontrar el camino.
Un lugar de silencio para encontrar su palabra...
No te pierdas, que Jesús te oriente

Las tentaciones están presentes en nuestro día a día: el dinero, la fama, los lujos, el reconocimiento ...
Necesitamos fortaleza y templanza para no caer en esa vida “de color de rosa” y seguir por el camino hacia la verdadera felicidad



Cómo afrontar las tentaciones, cómo defenderme, cómo resistir al mal que acecha y quiere colarse por cualquier resquicio de mi ser...
Como un niño que confía; en oración acudo a mi Madre, me refugio en mi Padre, invoco su protección.
Su Espíritu es mi fortaleza

Que nada ni nadie te haga olvidar que eres hijo amado, hija amada de Dios. 
Estás hecho a su imagen.
Su Espíritu te alienta.
Su amor te configura.
Has nacido para el bien, la belleza, la fraternidad.
Has sido creado para la eternidad...
No te dejes engañar si te ofrecen otra cosa.




Ayúdame a hacer silencio Señor, quiero escuchar tu voz. Toma mi mano, guíame al desierto, que nos encontremos a solas, Tú y yo. Necesito contemplar tu rostro, me hace falta la calidez de tu voz, Caminar juntos…..callar para que hables tú.
Me pongo en tus manos, quiero revisar mi Vida, descubrir en que tengo que cambiar, afianzar lo que anda bien.
Ayúdame a dejar a un lado las prisas, las preocupaciones que llenan mi cabeza

Me tienta la seguridad, el “saberlas todas”, tenerlo todo “clara”, no necesitarte. Total, tengo todas las respuestas. Me tienta el activismo. Hay que hacer, hacer y hacer. Y me olvido del silencio, aflojo en la oración, ¿leer la Biblia?, para cuando haya tiempo…

Me tienta el separar la Fe y la Vida. Leer el diario, ver las noticias, sin indignarme evangélicamente, por la ausencia de justicia y la falta de solidaridad. Me tienta la incoherencia de hablar mucho y hacer poco. Mostrar facha de buen cristiano, pero adentro, donde tu y yo conocemos, tener mucho para cambiar. Me tienta ser el centro del mundo, que los demás giren a mi alrededor, que sirvan en el lugar de servir.

Me tienta la falta de compromiso, hacerme el distraído. Acostumbrarme a que otros sufran, y tener excusas razones, que no tienen nada de Evangelio.
Me tienta el dejarlo para mañana, cuando hay que empezar a cambiar hoy.
Me tienta creer que te escucho, Cuando escucho mi voz…

Llévame al desierto Señor, despójame de lo que me ata, sacude mis certezas y pon a prueba mi amor…Para empezar de nuevo, humilde y sencillo, con fuerza y espíritu, para vivir fiel a tu mensaje de Amor."


Marcela Campagnoli



Comentarios

Entradas populares de este blog

"Señor, enséñame a orar"

Colaborar con el Señor

Gracias, Señor.