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Que María nos ayude a seguir a Jesús.





 “Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, 
porque decían que no estaba en sus cabales” (Mc 3,21).
“La misión que Jesús ha recibido del Padre 
ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud.
Este amor se ha hecho ahora visible y tangible 
en toda la vida de Jesús.
Su persona no es otra cosa sino amor.
Un amor que se dona y ofrece gratuitamente”.
Jesús ha venido 
a hacer presente el amor loco de Dios por la humanidad, 
y lo ha hecho escondiendo su divinidad 
en el servicio a los últimos, 
arriesgando hasta el máximo en el anonadamiento
No es de extrañar que lo tengan por loco. 

Recuerda las locuras 
que has hecho en la vida por amor a Jesús.
¿Alguna vez te han llamado loco por ser amigo de Jesús? 

Se ríen de mí cuando me ven contigo, Jesús.
Me dicen que es de locos seguirte en estos tiempos.
Yo callo y sigo contigo.
Yo callo y te quiero. 

 Una pregunta, saliéndonos un poco del camino.
¿Entre esa familia que va a recogerlo, 
estaría la Virgen María, su Madre?
Seguro que no.
Pero no estaría  ajena a las habladurías 
y al gesto de sus parientes.
 
Como dice el Papa Francisco:
"Su Madre lo siguió siempre fielmente, 
manteniendo fija la mirada de su corazón en Jesús, 
el Hijo del Altísimo, y en su misterio. 
Y al final, gracias a la fe de María, 
los familiares de Jesús entraron a formar parte 
de la primera comunidad cristiana (cf. Hch 1, 14). 
Pidamos a María que nos ayude también a nosotros 
a mantener la mirada bien fija en Jesús 
y a seguirle siempre, incluso cuando cuesta".

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