Jesús pasa junto a ti.
Comienza el tiempo ordinario, el tiempo de volver al camino
de todos los días.
“Pasando junto al lago de Galilea, vio a… Jesús les
dijo: Venid conmigo” (Mc 1,16-17)
Jesús llama a algunos para que vayan con él, participen de
su intimidad y colaboren con él en las tareas del reino.
Se forma un grupo de los amigos de Jesús.
Ir con Jesús les permite acompañar, servir, escuchar, mirar,
tocar a Aquel que lleva por los caminos la Misericordia de Dios para todos.
Poco a poco perciben cómo también a ellos les va naciendo
por dentro la ternura.
Orar es entrar en la intimidad de Jesús, participar de
sus sentimientos, reconocer el Él, el rostro de la misericordia
del Padre.
Jesús pasa junto a ti, te mira y te invita a caminar con Él,
a vivir con Él, a participar en su Proyecto del Reino, que es amar sin límites.
Espíritu divino que habitas en mi, guíame en el nuevo
camino y enséñame a mirar el mundo con los ojos de la ternura.
- Gracias, Señor, por invitarnos a formar parte de tu
comunidad.
Que, a tu lado, aprendamos a ser testigos del Evangelio.
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