El silencio se hace Palabra Jn 1,1-18
“Hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno
de gracia y de verdad” (Jn 1,14)
La
gracia y la verdad de Dios
inunda el interior de los primeros cristianos;
esa
corriente de VIDA
nos envuelve a nosotros sedientos de luz y bondad.
Silenciosos acogemos
el callado amor del Dios
con nosotros.
“Una alabanza de
gloria
es un alma que fija en Dios su mirada con fe
y con simplicidad.
Refleja
todo lo que Dios es.
Es como un
abismo sin fondo
donde Dios puede meterse y expansionarse”
(Isabel de la
Trinidad).
Que
también nosotros nos convirtamos
en Palabra para los demás.
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