Señor Jesús, ¡que te conozca y te haga conocer!
“En medio de
vosotros hay uno que no conocéis” (Jn 1,26)
Juan no escoge el camino de la grandeza
sino el camino de
la verdad.
Por su amor a la verdad, tiene tanta fuerza su anuncio:
“En medio de vosotros hay uno que no conocéis”.
“Hay que tener una heroica humildad
para ser uno mismo y
no otro” (Thomas. Merton).
Me acerco a ti, Jesús,
quiero apoyar mi vida en tu
Palabra
y caminar en verdad
“Este es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del
mundo” (Jn 1,29)
Este es el hermoso testimonio de Juan,
válido para todas
las épocas.
El amor, manifestado en la vida,
en la muerte y en la
resurrección de Jesús,
son más fuertes que la muerte,
a la que lleva el pecado.
Tú quitas mi pecado.
Mi casa se convierte en tu morada.
Te alabo y te bendigo, Señor,
porque es eterna tu
misericordia.
Como en el caso de
Juan Bautista,
la palabra y acciones de los cristianos
deben ser un testimonio
que ayude al encuentro personal con Jesucristo.
Hay que saber
decir e invitar
a creer que él está «en medio de nosotros»,
como hermano y
compañero de camino
de cada persona y de toda la familia humana.
¡Ojalá sepamos
despertar en nuestros hermanos
el deseo sincero de conocer a Jesús!
- Señor Jesús, ¡que te conozca y te haga conocer!
- Señor Jesús, ¡que te conozca y te haga conocer!
Hay un niño en un
pesebre.
Aparentemente es insignificante.
Y sin embargo es el Mesías.
Y sin embargo es el salvador de mundo.
Ni siquiera habla, pero todos hablan de él.
Divino Niño:
Aparentemente es insignificante.
Y sin embargo es el Mesías.
Y sin embargo es el salvador de mundo.
Ni siquiera habla, pero todos hablan de él.
Divino Niño:
danos cristianos que hagan poco ruido,
pero que se hagan escuchar
lejos.
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