¿Qué hay dentro de ti?




“Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo” 
(Lc 11,41) 

Jesús no se niega a compartir la mesa. 
Lo hace con personas muy diversas. 
En el marco de una comida con un fariseo, Jesús deja claro que la auténtica pureza no está en las abluciones o ritos. 
Lo que agrada al Dios de la Alianza nace en el interior de la persona y se expresa en la caridad fraterna. 
Por eso olvidarse de los necesitados equivale a olvidarse de Dios.
Si quieres que tu vida sea transparente, no sólo des a los demás tus cosas y de lo que te sobra, sino entrégate tú, como hizo Jesús.
- Que tu Espíritu, Señor, nos eduque y purifique interiormente. 
Y que nuestros actos expresen la sintonía con el Evangelio.

Tu Palabra Jesús limpia mi barro y hace de él una copa para que beba mi hermano

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