Ir, ver y estar con Él
Para conocer a Jesús es necesario estar con Él, mirarle, escucharle. Y por eso es necesario el encuentro, el tú a tú, la experiencia personal. Date tiempo para permanecer en su presencia escuchando su amor y verás que en tu vida percibes una luz nueva, una paz que serena el corazón.
Creer en Jesús significa adherirse a él, convertirse en discípulo, seguirle como maestro. Cuando dos discípulos de Juan Bautista le preguntan "¿dónde vives?", él les responde: "Venid y veréis". No les ofrece teorías ni explicaciones. Basta con vivir con él: Ahí empieza un camino.
La pregunta de Jesús a aquellos dos discípulos es la misma que cada uno de nosotros nos hacemos a lo largo de la vida: ¿Qué buscáis? Somos buscadores de absoluto, de vida, de felicidad. Una búsqueda que es encuentro en Dios, y que deja huella de eternidad
Le buscamos a Él porque queremos comenzar una relación con Él, no es solo seguirle, conocerle... le buscamos para estar y ser con Él. "¿Dónde vives?" El encuentro con Él está relacionado con la vida. Queremos vivir con, por y en Él.
“Venid y veréis”. Una invitación a mirar con mirada abierta al futuro y limpia de complejos. Cuando abrimos los ojos desde el corazón nuestra vida solo puede ser una invitación a otros a seguir a Cristo viendo nuestro testimonio sencillo y humilde.
«Venid y veréis». Esa es la misión de toda la Iglesia. Invitar a todas las gentes a participar del reino que se nos ha dado. Con sencillez, sin artificios, compartir la alegría de haber encontrado al Salvador. De poder celebrar su amor y su Palabra. Invitar a participar del servicio y la ayuda a quien más lo necesita. De sentirnos uno con las esperanzas y sufrimientos de nuestros hermanos. Y participando de la cultura de la invitación: "venid, veréis y gozaréis".
Le buscamos a Él porque queremos comenzar una relación con Él, no es solo seguirle, conocerle... le buscamos para estar y ser con Él. "¿Dónde vives?" El encuentro con Él está relacionado con la vida. Queremos vivir con, por y en Él.
Hay respuestas que se contestan con la vida. No hacen falta grandes discursos para mostrar el rostro de Jesús. Hacen falta comunidades que muestren ese rostro en la alegría del servicio, en la fraternidad, en la acogida
Lo esencial en la vida cristiana es dejarse mirar por Jesús, ir, ver y estar con Él. Es el camino y el proceso que han seguido los discípulos y los santos. Es nuestro camino.
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