Acércate a Jesús con confianza en tu corazón
“Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer” (Mc 8,2) Ante una situación problemática lo mejor es despedir al personal y evitarse problemas. Jesús no lo ve así. Multiplica lo poco que tiene y, cuando la gente está saciada, la manda a sus casas . Este evangelio es el misterio de la caridad cristiana. No se trata de acumular y después dar algo; se trata de compartir lo que se tiene y por puro don de Dios nunca falta. Señor: que sepa ver el hambre del mundo. Señor: que me duelan las entrañas al ver tanta hambre. Señor: que sepa compartir mis “siete” panes. Señor: te dejo que luego tú hagas el milagro. Jesús se conmueve al ver a la gente, que se ha echado al camino y va detrás de Él, necesitada de pan, verdad, cariño y dignidad. Sus palabras llenas de vida, de ternura, de consuelo han despertado el entusiasmo de las gentes. A todos les han entrado ganas de vivir, de s