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Mostrando entradas de enero, 2020

El secreto está en lo pequeño

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«Todo se lo exponía con parábolas,  pero a sus discípulos  se lo explicaba todo en privado»  (Mc 4, 26-34) Quien siembra vientos, recoge tempestades, dice un refrán. Pero quien siembra el bien, recogerá el bien, lo verá florecer. Hay que ser paciente, y después de hacer nuestro trabajo, como el labrador o el jardinero, dejar que la tierra y Dios hagan el suyo. Dará fruto a su tiempo. En lo pequeño, insignificante, que no cuenta, descartado, escondido, abandonado, infravalorado, imperceptible....ahí y siempre ahí está lo más grande, importante, destacado, revelado, valorado, rescatado, más valioso, más visible...a los ojos de Dios. Hacer crecer lo que es pequeño. El cariño, el cuidado, la atención constante, convierte en algo grande lo que parecía invisible. Jesucristo es el Reino. Él nace en la tierra buena, por obra del Espíritu Santo, y crece hasta entregar su vida por nosotros. En su cruz reconocemos el signo definitivo del amor de Dios, el árbol de salvac

La medida

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"La lámpara se trae para ponerla en el candelero. La medida que uséis la usaran con vosotros" Mc 4, 21-25 Somos luz... y nuestro candelero es nuestra vida cotidiana, nuestro lugar pequeño y concreto en el mundo. No dejemos que 'el celemín' de las monotonías de lo de siempre, los miedos a darse...nos paralicen y escondan. Somos muy dados a juzgar, a veces inconscientemente. Y el juicio es contrario al amor. "No juzguéis y no seréis juzgados..." "Con la misma medida que midáis..." La única medida que nos salva es la misericordia, la comprensión, la acogida, la reconciliación, el amor. Las medidas que usamos dependen de nuestra manera de mirar el mundo, a los otros, y a nosotros mismos. Medir para controlar. Para hacerlo todo a nuestra medida. Para ser dueños poderosos de lo que creemos, automintiéndonos, que nos pertenece. Cristo nos mide con la vara de su misericordia, de su amor, nos perdona siempre y nosotros a ve

La semilla

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“A vosotros se os han comunicado  los secretos del reino de Dios...”   (Marcos 4,1-20) Para que seamos capaces de mirar a lo profundo, de entender, de dejar que Tú conviertas nuestro corazón, de dejarnos alcanzar por tu misericordia... ¿soy consciente de haber recibido este gran tesoro? Señor Dios, dueño del huerto de mi alma: que nunca me falte el agua de tu gracia, Sin ella no pueden germinar las semillas que has plantado en mí. Ayúdame a perseverar en el cultivo de la oración y el servicio. Que mis manos se abran, como las tuyas, para repartir los frutos. Señor, no permitas que en mi vida se vaya ahogando la semilla de la fe, concédeme descubrir cuáles son esas piedras, esos espinos que la impiden crecer, haz que me deshaga de todo lo que seca la tierra de mi alma y me impide dar frutos de oración, de apostolado, de caridad. Que nunca la amargura sea en mi vida más fuerte que el amor Que nunca ahoguen los fracasos mis ansias de seguir siemp

Fraternidad

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“El que cumple la voluntad de Dios,  ése es mi hermano y mi hermana y mi madre...”  (Mc 3, 31-35) Hazte consciente de la grandeza de ser hermano del Señor, de entrar dentro de la familia de Dios... ¿soy consciente de lo que eso significa?... En esta familia es difícil cumplir su voluntad; vivir en sintonía con Dios exige hilar muy fino en nuestra vida, estando dispuestos a luchar contra nuestra superficialidad y vivir más desde lo profundo, en sintonía con lo que Él quiere... con su voluntad... Hacer tu voluntad en los días oscuros y en los claros, en las tristezas y en las alegrías, en cada momento. Abrazar todo lo que me ayude a cumplir tu voluntad y rechazar lo que me estorbe para seguirla, ése es el camino de la santidad. Señor, dame la gracia de convencerme de que no hay vida más fecunda y hermosa que la que se gasta cumpliendo con tu voluntad santísima. La voluntad de Dios es el vínculo que crea lazos indestructibles, y nos une en la esencia de quienes

La acción del Espíritu Santo

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«El que blasfeme contra  el Espíritu Santo  no tendrá perdón jamás»   (Mc 3, 22-30) ¿Qué es de Dios? Todo aquello que llena de dignidad al hombre, es de Dios. Lo que lo libera, es de Dios. Cuando se generan encuentros, se rompen muros, se construyen puentes entre los hombres y los pueblos, es De Dios... Si desatas los lazos que esclavizan y liberas a tu hermano encadenado. Si compartes el pan que Dios te da con todo aquel que es tu propia carne. Si destruyes lo que oprime al hombre y levantas a tu hermano humillado... LA NOCHE DE TU VIDA SERÁ LUZ DE MEDIODÍA. Ayúdame, Señor, a vivir así la caridad, no permitas que hiera nunca la unidad. Que todas mis palabras y acciones sean para construir la caridad, no ara destruir. Señor, que nunca juzgue a los demás, ni les mire con falta de caridad. Para resolver las diferencias hay que acercarse. Mirarse a los ojos. Decir palabras suaves. Escuchar el corazón del otro. Descubrir que todos buscamos lo mismo, y neces

Escuchar, meditar, seguir, guardar y anunciar.

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«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres»  (Mt 4, 12-23) En este primer Domingo de la Palabra volvemos la mirada a la Biblia, a las Sagradas Escrituras, para recordar y tener siempre presente la Historia de la Salvación, la que nos brinda la esperanza que necesitamos. La Palabra está escrita en el corazón de los hombres. La Palabra está aquí, no viene de lejos. La Palabra se entiende, se deja acoger y amar. La Palabra es Él, la Palabra es el Señor. La Biblia es la gran historia de amor entre Dios y la humanidad. En el centro está Jesús: su historia lleva al cumplimiento el amor de Dios por el hombre y, al mismo tiempo, la historia de amor del hombre por Dios. El Señor te da su Palabra para que puedas aceptarla como la carta de amor que escribió para ti, para hacerte sentir que está a tu lado. ¡Hagamos espacio para la Palabra de Dios! Leamos algún versículo de la Biblia cada día. Descubriremos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra

Sembrar

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“El que crea y sea bautizado  se salvará;  el que no crea será condenado”  (Mc 16, 15-18) ¿Qué males soy capaz de vencer? ¿qué lenguas hablo? ¿la del Amor, la del perdón, la del servicio...?, ¿qué cosas me enredan y me distancian de Ti, Señor?, ¿qué heridas soy capaz de sanar y ayudar a sanar en Tu nombre?... ¿qué signos acompañan mi vida, Señor? Hoy, fiesta de la conversión de San Pablo. De camino a Damasco, Jesús le preguntó: "¿por qué me persigues?". Hoy, Jesús te pregunta: ¿Por qué me echas a mí las culpas de lo que te pasa? ¿No sabes que yo estoy de tu lado, sufriendo ahí contigo? La conversión es, ante todo, un encuentro con Jesucristo, que nos transforma y nos impulsa a salir de nosotros mismos, para anunciar el Evangelio: el amor de Dios, manifestado en Jesucristo, muerto y resucitado para nuestra salvación. Muchas veces estamos ciegos, vivimos a oscuras, hasta que la luz de Dios irrumpe en nuestra vida y empezamos a ver. Y junto a los herman

"A los que quiso"

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"Jesús subió a la montaña,  llamó a los que quiso,  y los hizo sus compañeros"  (Mc. 3, 13-19) Jesús te llama a seguirle. Él te llama por tu nombre, dándote una misión y a medida que hacemos su voluntad estamos siendo la Iglesia que Él quiere. Él llamó a los que Él quiso, ¡alégrate! También tú estás ahí. La llamada es un don lleno de misterio, de misericordia y de ternura infinita. La respuesta es apertura, generosidad, y libertad plena para acoger y dejarse hacer cada día. La misión para la que Jesús llamó a sus discípulos, y para la que nos llama también a nosotros, es una sola: estar con Él y, permaneciendo en Él, anunciar el Evangelio. Vivamos la relación con Él como los Doce: a su lado siempre, queridos por Él, enviados, con responsabilidad de denunciar el mal, de transformar nuestro mundo. Somos de los suyos, lo queremos así, Él nos llama. Oración del Apóstol (S. XVI) Cristo, no tiene manos tiene solamente nuestras manos para hac

Palabras y gestos

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“Los espíritus inmundos gritaban:  Tú eres el Hijo de Dios”  (Mc 3, 7-12) 'Se retiró con sus discípulos a la orilla del lago' Quiere dar distancia al ruido, a la fama, no quiere alejarse de los que sufren, no quiere apartarse de los que lo buscan... pero necesita distancia para mostrarse tal cual es. “Lo siguió una muchedumbre de Galilea... hasta los espíritus inmundos se postraban ante él...” la muchedumbre lo sigue por interés, por lo que les hace... no por Jesús mismo, no por su persona... ¿por qué sigo yo a Jesús? A veces podemos postrarnos ante Él por puro interés, incluso sin amor, como los espíritus inmundos... ¡qué importante es revisar nuestro seguimiento y nuestra manera de estar ante el Señor!!! Reconozcamos el poder de Jesucristo sobre nuestros pecados, y también sobre nuestros miedos y angustias. Acerquémonos a Él, presente en la Palabra y en los Sacramentos, y también en su Iglesia, y en cada persona y en cada acontecimiento. Cristo, Tú ha sido,

Hacer el bien

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« ¿Qué está permitido en sábado?,  ¿hacer lo bueno o lo malo?,  ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir? »  (Marcos 3,1-6) “Estaban al acecho...” ¿Cómo estamos ante el Señor? ¿Cómo un siervo ante su amo, como un hijo ante su Padre? ¿Quejándome? ¿Distraídos, de espaldas? ¿Atentos para agradarle en todo cómo un buen hijo ante su Padre? ¿Cómo un salvado ante su Salvador?... Él siempre nos tiene ante sus ojos, ante su mirada... ¿le tenemos nosotros a Él? Nos reserva el mejor lugar: si mismo Corazón: ¿nos adentramos en Él? Jesús siempre antepuso el bien del hombre al cumplimiento de la ley. Si el amor reina en el corazón, sobran las normas. Amor que crece y crece llenando todo el ser. Misericordia que ocupa todo el espacio y no deja lugar para el odio, la condena, o la venganza. Convertir el corazón, vaciarlo de todo lo que estorba al amor, es tarea de toda la vida. Poner en el centro de la mirada, de la vida y la misión a los que sufren, a los que l

Es libre quien sirve al amor.

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«El Hijo del hombre es señor también del sábado» (Mc 2, 23-28) Ojalá algún día los buscadores, los soñadores, los que esperan, los que sufren injusticias, los sencillos... Todos puedan encontrarse con el tesoro que es Jesús. Ojalá su reino siga creciendo entre nosotros. Poco a poco, pero se hará grande como lo hace la semilla de mostaza... La creación y los mandamientos están al servicio del hombre, redimido por Cristo, para ayudarlo a crecer en la Vida nueva recibida en el Bautismo, a adquirir la verdadera libertad, la de los hijos de Dios. No podemos limitar la grandeza de Dios con nuestras leyes o normas. Somos limitados y cortos de vista cuando buscamos meter en nuestros esquemas al Infinito, y condicionarlo a nuestros cálculos. Dejemos a Dios ser Dios y no queramos ser, lo que no somos. Es Señor de la historia, de la Ley, de la vida. Es Señor de nuestro corazón si le dejamos sitio, dador de libertad para amar sin medida a los otros. Señor del darse, de la genero

Los amigos del novio

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“A vino nuevo, odres nuevos” Mc 2, 18-22 «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?» El ayuno que más le gusta a Dios es que nos ocupemos de sus hijos. Sin más. Y sin menos. Somos 'los amigos del novio' Es una relación llena de amor, alegría, fiesta, sonrisas, experiencias compartidas, retazos y momentos de una vida juntos, es una relación privilegiada y para siempre... que suerte ser 'amigos del novio'. Los amigos del novio, disfrutan de su presencia, comparten la alegría de la comunión, se entregan generosamente la amistad y la alegría del encuentro La novedad es ruptura con lo existente, y un paso adelante hacia lo desconocido. Apertura a un cambio profundo, incluso de lo que creíamos inmutable. Aventura hacia lo que nos hará más fuertes, sabios y felices. A veces es difícil conciliar lo nuevo con lo viejo. Es todo un arte conseguir equilibrio entre conservar tradiciones que nos definen y arrai

Voz de la Palabra

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“Este es el Cordero de Dios,  que quita el pecado del mundo”  (Jn 1, 29-34). 'Es el Cordero de Dios' Es la misericordia y el amor de Dios hecho hombre. Es Dios con nosotros, es el Hijo predilecto, el que bautiza con Espíritu y cambia el corazón de los hombres... para siempre, para todos. Él se hace Siervo por amor y viene a nuestro encuentro, manso y humilde, como un Cordero, para cargar con nuestros pecados y para darnos su mismo Espíritu, su misma Vida. Juan Bautista se presenta en el cuarto evangelio como modelo de seguimiento de Jesús. Todas las personas cristianas estamos llamadas a ser la voz de la Palabra con mayúsculas. Nuestra misión es que la palabra se oiga y luego desaparecer. Somos el cartel que anuncia e indica el destino pero que se deja atrás. Cuando como comunidad dejamos de mirar a Jesús y de anunciarlo, empezamos a mirarnos el ombligo y entramos en problemas. Para un momento y pregúntate: ¿tu vida y todo lo que haces tiene como referencia

Me llamas Señor y te sigo

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«No necesitan médico los sanos,  sino los enfermos» (Mc 2, 13-17) …”Dice el apóstol Pablo: «Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo» (Col 3, 9-10)… Ésta ha sido la obra que Cristo llevó a cabo llamando a Leví; le ha devuelto su verdadero rostro y ha hecho de él un hombre nuevo. Es también por este título de hombre nuevo que el antiguo publicano ofrece a Cristo un banquete, porque Cristo se complace en él y merece tener su parte de felicidad estando con Cristo… Desde aquel momento le siguió feliz, alegre, desbordante de gozo. «Ya no me comporto como un publicano, decía; ya no soy el viejo Leví; me he despojado de Leví revistiéndome de Cristo. Huyó de mi vida primera; sólo quiero seguirte a ti, Señor Jesús, que curas mis heridas. ¿Quién me separará del amor de Dios que hay en ti? ¿la tribulación? ¿la angustia? ¿el hambre? (Rm 8,35). Estoy unido a ti por la fe como si fuera con clavos, me has sujetado con las buenas trabas del amor. Todos tu

Sólo Tú curas

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«Viendo Jesús la fe que tenían,  le dice al paralítico:  "Hijo, tus pecados te son perdonados"»   (Mc 2, 1-12) ‘Viendo Jesús la fe que tenían… ‘ Ellos han hecho posible el encuentro, los que han facilitado la posibilidad del cambio. Tenían fe, se han unido, han amado, han acompañado, han buscado, han acercado. ¿Te animas? La fe abre la puerta a las entrañas compasivas de Jesús. Sana lo interior para que resplandezca en lo físico. Una fe que es más potente, cuando somos llevados por otros a Jesús para que nos sane. "Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa". Se buscan "camilleros" que acerquen a Jesús a todos los "paralíticos" y a los que se sienten paralizados por cualquier causa. Sólo Tú puedes devolver a nuestras vidas el estado de gracia. Sólo Tú curas nuestras heridas con el bálsamo de tu amor. ¡Qué afortunados somos, pues no tenemos que desmantelar tejados para obtener tu perdón! Te entrego, Señor, mi vid