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Mostrando entradas de julio, 2018

Que sepa distinguir en mi vida el trigo y la cizaña.

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“Los justos brillarán como el sol  en el Reino del Padre”  (Mt 13,43)    A veces nos sorprende gratamente la acción de Dios en alguna persona cercana, y el corazón se llena de gozo y esperanza.   La oración, la paciencia, la perseverancia, acaban por dar fruto. Arranca la cizaña de mi corazón. La cizaña de la desconfianza. Arráncala. La cizaña de la desesperanza. Arráncala. Arranca la cizaña de mi corazón. La cizaña del resentimiento. Arráncala. La cizaña del abatimiento. Arráncala. Arranca la cizaña de mi corazón. Los Padres del desierto fijan los principios del discernimiento: lo que turba la paz viene del maligno. Dios lleva la paz al alma. Conviene distinguir el trigo y la cizaña que viven fuera y dentro de nosotros y saber distinguir el origen.   La paciencia y el respeto por la evolución de cada persona nos recordarán la manera de actuar de Dios. - Señor, que sepa distinguir en mi vida el trigo y la cizaña. Señor, me impres

En lo pequeño

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“El Reino de los cielos  se parece a un grano e mostaza”   (Mt 13,31) “El Reino de los cielos  se parece a la levadura”  (Mt 13, 33). Las cosas grandes nacen de pequeñas semillas como un grano de mostaza. La humildad es el secreto para que crezcan. Está en lo pequeño, en lo escondido. Se siente en la entrega cotidiana de la vida, en los gestos de cariño, en el trabajo bien hecho. El Reino de Dios está sembrado en el corazón del hombre. Frente a lo grandioso, lo pequeño. Frente a lo llamativo, lo invisible. Frente a lo pretencioso, lo humilde. Frente a lo útil, lo que no cuenta. Frente a lo pomposo, lo sencillo. Y aún nos resistimos. La oración transforma el corazón. Lo prepara para la siembra, hace crecer el bien, lo limpia de maleza. Nos moldea poco a poco a imagen de Jesús. Jesús habla de la presencia del Reino como algo insignificante y escondido, pero lleva dentro una fuerza transformadora, que ha prendido ya en la historia,

Convertir mi vida en pan

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“Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron”.   (Jn 6, 1-15). CINCO PANES Y DOS PECES Es lo único que tengo, te lo ofrezco sin dobleces. Cinco panes y dos peces. No es mucho, pero lo multiplicarás con creces. Cinco panes y dos peces. Confiaré en ti, Señor, como he hecho otras veces. Cinco panes y dos peces. La gratitud es fuente de abundancia y bendición. Agradece lo que recibes, reconoce que todo es don de Dios y ha de ser para todos. Esto supone un compromiso: compartir. Que a nadie le sobre para que a nadie le falte. Lo que se da, se expande. Lo que se retiene, se contrae. El corazón generoso acrecienta y enriquece el espíritu. Quien acumula para sí egoístamente, desarrolla un espíritu raquítico y pobre. -¿Y si ponemos cada uno al servicio de los demás lo que poco o mucho que somos o tenemos? -¡Uf! La liábamos. Convertir mi vida en pan Tomar mi vida para que la conviertas en pan. Tomar mi vida para p

Trigo y cizaña

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«El reino de los cielos se parece  a un hombre que sembró  buena semilla en su campo;  pero, mientras la gente dormía,  su enemigo fue y sembró cizaña  en medio del trigo y se marchó”  (Mt 13,25) Dios ve lo malo que hay en las personas, pero su corazón es respetuoso y no arranca la cizaña. Une tus deseos de justicia con el evangelio de la misericordia. No dejes que la verdad sin amor te haga duro de corazón. Cuida el trigo y no pierdas la paz por la cizaña (Papa Francisco) Hoy es sábado.  María de Nazaret camina con nosotros todos los días del año, pero hoy podemos invocarla de modo especial, unidos a los millones de creyentes que lo hacen:  María, madre y hermana, ayúdanos a dar buen fruto, a acoger mejor la Palabra, a proclamar con nuevo entusiasmo que viviremos como quiere el Señor. Santa María, ruega por nosotros . Dame tus ojos, Señor, para que ver el mundo como Tú lo ves. Dame tu corazón, Señor, para amar a las gentes como Tú las a

Sembrar

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“Vosotros oíd lo que significa  la parábola del sembrador”   (Mt 13,18) ¿En qué grupo nos situamos nosotros? Seguramente que en todos un poco, aunque quizá nos identifiquemos más con alguno: - ¿Se ha endurecido nuestro corazón como un camino, de tal manera que no podemos ni siquiera acoger la palabra de Dios? - ¿Somos de los que empezamos con alegría muchos proyectos y no acabamos ninguno? - ¿Qué domina más en nuestra vida real, el amor a Jesucristo o los afanes de este mundo? - Seguro que también estamos dando frutos. Es necesario reconocerlo para dar gracias a Dios y para animar la esperanza. Jesús invita a todos a acoger el Evangelio y a no dejar que la Buena Noticia de la Salvación la ahoguen las dificultades y entretenimientos de este mundo pasajero. Prepara tu tierra para que la semilla del Reino de fruto en tu vida. Nuestra tarea principal en la vida es sembrar y sembrarnos como semilla que hace crecer la esperanza y el amor en la tierra.

Hemos sido agraciados

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“Al que tiene se le dará  y tendrá de sobra” (Mt 13,12) Dios se hace torrente para quien se hace capacidad. El gozo de Dios es que todo ser humano viva en plenitud. Pon tus dones en una mesa común para que todos puedan beneficiarse. El manantial de Dios que hay en tu corazón nunca se agotará. ¿Quién más amigo de dar, que tú, Señor, si tienes a quién?   Abre mi corazón a tus dones.   Damos gracias a Dios porque se nos ha concedido el don de escuchar y comprender poco a poco la Palabra de Dios. No tenemos más méritos que otros. La fe es un don. Este don no supone para nosotros un privilegio, sino una responsabilidad. El don que hemos recibido no ha de servir sólo para nuestro enriquecimiento personal. Hemos sido agraciados para que la Gracia llegue a otros;  hemos sido amados, para que el Amor llegue a otros; hemos sido ungidos, fortalecidos, para que el Espíritu fortalezca a otros. Fiesta de San Joaquín y Santa Ana : Hoy pedimos por nuestro

Santiago, mensajero de la Verdad.

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“El hijo del hombre  ha venido para servir y dar su vida” (Mt 20,28) ¡ Qué bien describen a Jesús estas palabras!  Vino para dar vida a todos.  Dio vida sirviendo a todos.  Jesús está a tu servicio, dándote lo mejor.  Asómbrate de la locura de ese amor. No sé qué decir, Señor.  No sé casi nada.  Solo sé que me amas con un amor que no termino de entender.     Hoy Fiesta de Santiago Apóstol:  Bendice a nuestro pueblo con la paz y acompáñanos en el camino de la vida. Gracias, hermano Santiago, por tu continuo velar sobre nuestra fe. Gracias por tu ejemplo y coherencia. Gracias por haber dejado que el Evangelio modelara tu carácter. Gracias por avivar en tantos el deseo de bondad, de belleza, de paz. Condúcenos a todos al que es la Verdad. Santiago, como todos los apóstoles, es mensajero del Evangelio. Según dice la tradición, evangelizó España, en medio de toda clase de dificultades. Hoy es un buen día para dar gracias a

Amar como tú, Señor.

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“El que cumple  la voluntad de mi Padre del cielo,  ése es mi hermano y mi hermana  y mi madre”  (Mt 12,50)    La nueva familia de Jesús está abierta a la humanidad entera. Con los que se aceptan un compromiso semejante al suyo, Jesús estrecha lazos de intimidad.  Pregúntate cuál es tu relación con los miembros de tu comunidad cristiana ¿Los sientes como hermanos y hermanas?   “Señor no dejes que nuestras familias, nuestras comunidades y nuestros grupos se encierren en sí mismos. Concédenos amar como tú a los más cercanos y a los que no son de nuestra sangre”. Cuando hago mías voces que antes no lo eran, cuando miro con simpatía  “Gracias Jesús por acogerme en tu familia” “Virgen María, enséñame a cumplir la voluntad del Padre”

Unidos a ti, Señor.

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“Yo soy la vid;  vosotros los sarmientos.  El que permanece en mí y yo en él,  ése da mucho fruto;  porque separados de mí  no podéis hacer nada”  (Jn 15,5) La palabra de Jesús alimenta nuestro amor de cada día, limpia nuestros ojos para ver en todo lo que nos acontece la huella de su amor, nos enseña lo que quiere que digamos al mundo con nuestra vida.   Señor Jesús, queremos estar bien unidos a ti, para que las tribulaciones de la vida se conviertan en las tijeras de poda de nuestro Padre, que cuidadosamente las usa para limpiarnos de los elementos que obstaculizan dar fruto en Tu Reino.  Así queremos que la gloria de tu Padre esté en nosotros, tus discípulos. Quiero ser verdadero sarmiento, sarmiento que permanece pegado a la parra que lo sostiene, y que, por ella, recibe el alimento para mantenerse vivo y fecundo. Quiero ser sarmiento que se limpia de todo aquello que le amenaza arrancarlo de la vid, de la vid que le da la savia verdadera para fe

¡Calma!

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“Andaban como ovejas  que no tienen pastor”.   (Mc 6, 30-34). COMO OVEJAS SIN PASTOR Sin pastor. Sin norte, perdidas. Sin pastor.  Sin pastos, hambrientas. Sin pastor. Sin protección, desprotegidas. Sin pastor. Así estoy yo cuando, llevado de mi mano, no escucho tu voz. Jesús es el sol interior que hace desaparecer todas las sombras y pone luz en la conciencia.  Él es nuestra paz, porque en él encontramos la misericordia y el perdón.  Y quien es perdonado y aprende a perdonar, encuentra la paz. "Vio una multitud y le dio compasión porque andaban como ovejas sin pastor".  Tú, mi buen pastor, ven a curar mis heridas y sáname con tu ternura. Contágianos, Señor, tu compasión.  El don de padecer con el hermano que sufre.  De sentir como propio su dolor.  Compasión que nace en las entrañas y moviliza todos los resortes del ser para aliviar, consolar, acompañar, levantar, sanar...

Jesús, el amor que sirve y da la vida.

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"Mirad a mi Siervo"   (Mt 12,18) “Planearon el modo de acabar con Jesús.” Personas que sobran. Presencias que molestan. Vidas que interrogan. Profetas que se enfrentan. ¡Qué poco los que se mojan! ¡Cuántos son los que escasean! Jesús se retira.  Abandona las ciudades del lago y se oculta. Quieren matar la esperanza. El Padre se posiciona y te señala al Siervo como fuente de vida, de esperanza y de futuro.  Míralo: no actúa con las armas ni con la fuerza, sino con suavidad y mansedumbre. Míralo: nadie ha dicho jamás que todos los seres humanos son todos iguales y hermanos. "Mirándote, Señor, todo cuanto ven mis ojos, todo me convida al amor".   Jesús, Tú eres el amor discreto, casi escondido.  No obligas a nadie a seguir tu camino.  Tu arma nunca es la violencia.  Tu fuerza es el amor que sirve y da la vida.  Gracias, Señor, por tratarme siempre con ternura, porque respetas y ensanchas mi libertad, por contar co

Misericordia

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“Quiero misericordia y no sacrificio” (Mt 12,7) Dios es un icono siempre abierto por donde se asoma la misericordia. Al encuentro de toda debilidad sale la misericordia entrañable de nuestro Dios.  Dedica hoy algo de tu tiempo a contemplar el Corazón abierto de Dios y aprenderás los caminos de la misericordia. Todo lo que une, libera, sana humaniza y dignifica, forma parte del reino nuevo soñado por Dios para los hombres. No lo son las normas rígidas que oprimen y asfixian. Tampoco los ritos vacíos. El corazón rico en misericordia lo sabe. Apréndetelo bien: El hombre está por encima de la ley. A veces lleno de cosas mi vida, pero Tú una y otra vez me pides que mire con ternura a mis hermanos.    Tú no eres Señor, un Dios impasible, no eres distante y duro con los hombres. Tú conoces nuestra debilidad, nuestras tendencias orgullosas, violentas y egoístas. Conoces bien todas nuestras miserias. Tú eres misericordioso y compasivo.  Tú padec

Descanso

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"Venid a mí"   (Mt 11,28). Respira hondo y déjate invadir por la paz de la acogida incondicional de Jesús.  Él es maestro, pero no domina. Es amigo y compañero. No te abandona en las crisis. Él te enseña a ponerte en camino en busca del otro, a escuchar voces que no son tuyas. En su corazón hay sitio para todos. Hay amor para ti y para todos. Si quieres hacer caso a su invitación, ponte en camino hacia él, quédate con él.    "Te doy gracias, Padre..."  Jesús, el Maestro, nos enseña a orar dando gracias. Con un corazón agradecido, consciente de los dones recibidos, entregado libremente a la voluntad del Padre. Con total confianza, en total comunión. Venid a mí, soy vuestro refugio. Aprended de mi mansedumbre y humildad. Descansad en mí. Renovaré vuestras fuerzas, os cubriré de amor; y el amor, hace la carga ligera. Yugo llevadero y que te lleva, que no hiere sino que sana, que no aprieta sino que libera. Sólo el amor, que salva.

Sencillez

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"Te doy gracias, Padre"  (Mt 11,25). Jesús abre su corazón y de lo más íntimo se salen el gozo y la alabanza. Los pequeños comprenden su misterio, aunque no sepan de qué música son dueños. Si quieres alegrar a Jesús abre tu corazón y deja que se siembren en él semillas de evangelio.  Cultiva la sencillez: es la forma de entender las obras de Jesús en los pequeños.  Gente sencilla Sin dobleces, sin ambages, abierta a la Vida. Gente sencilla. De corazón humilde. Gente sencilla. Quizá no sobresalga, pero es tu preferida. Gente sencilla. Agradece al Padre los prodigios que veas escondidos en los humildes de la tierra.      Jesús da gracias por esas personas sencillas que acogen su mensaje de amor. Nos unimos a su oración de alabanza... Te damos gracias, Padre, por las personas que gozan del don de la fe, y confían en Ti aunque caminen en tinieblas. Te damos gracias, Padre, por las personas que reconocen y lloran sus pecados

Acoger el amor de Dios

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"Si en Sodoma se hubieran hecho  los milagros que en ti..."   (Mt 11,23)    A Jesús como a cualquiera de nosotros le duele la ingratitud. En las ciudades del lago, donde más ha trabajado Jesús, hay más cerrazón a su mensaje. ¿Pasa lo mismo en tu vida? ¿Qué has hecho con la luz? Jesús te invita a recordar lo que has ido recibiendo como don a lo largo de tu vida. Ojalá brote en ti de nuevo el deseo de acoger el amor en las profundidades de tu alma.   Pide a María que encienda en ti la llama del amor.    Yo se que me quieres, Señor, porque eres bueno. Porque tienes un corazón sensible, perdóname; limpia mi vida de todos mis pecados y de mis continuas caídas, levántame. Que alegría tan grande saber que eres mi Padre, y que juzgas a todos con misericordia. Dame tu abrazo de perdóny tu amor cambiará mi corazón, sé mi amigo y caminaré siempre en tu presencia. Devuélveme el gozo y la alegría, que toda mi vida salte de gozo. Somos amigos:

«signo de contradicción».

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"El que pierde su vida por mí  la encontrará"  (Mt 10,39). No es Jesús quien divide. Él pone el criterio: vivir para sí mismos o vivir para Dios y. para los demás; hacerse servir o servir; obedecer al propio yo o bien obedecer a Dios. He aquí en qué sentido Jesús es  «signo de contradicción» . Una vez más se nos pide valentía para actuar de acuerdo con nuestras creencias cristianas que en muchas ocasiones serán rebatidas incluso por los más cercanos. - Señor, tú eres mi fuerza en los momentos difíciles. Jesús te habla desde su experiencia. Jesús ha entregado la vida por el Reino y la ha encontrado. Seguro que muy cerca de ti vive alguien a quien admiras por su coraje y su solidaridad. La vida nueva da sentido a la muerte, la alegría da sentido a los momentos de dolor. Alguien escribió en tiempos de guerra:  "Creo en el sol, aunque no brille; creo en el amor, aunque no lo sienta; creo en Dios, aunque esté callado".   ¿Qué sentido