"Bendito el que viene en el nombre del Señor".
«¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!». (Mc 11, 1-10) Es Domingo de Ramos. Llamados a acompañar a Jesús… ¡vamos a emprender juntos el camino de la humildad! Nos mueve el mejor motor posible: el Amor de Dios. Jesús manda a dos discípulos a buscar un pollino que nadie ha atado, y que nadie ha montado todavía. La entrada en Jesús en Jerusalén, derrama humildad, novedad, originalidad. En sencillez y silencio frente aclamaciones y gritos, el Reino se abre. Jesús entró en Jerusalén como un Rey humilde y pacífico: ¡abrámosle nuestros corazones! Sólo Él puede librarnos de la enemistad, del odio, de la violencia, porque Él es la misericordia y el perdón de los pecados. ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en lo alto del cielo! ¡Alabad al Señor, todas las naciones! ¡Ensalzadlo, todos los pueblos! Su amor hacia nosotros se ha manifestado misericordios