Vino nuevo
«A vino nuevo, odres nuevos» (Lc 5,33-39) Algunos piensan que vamos a cambiar el mensaje si nos adaptamos a la nueva gente a la que debemos anunciar el evangelio. Al contrario, lo nuevo pide formas nuevas. Sin cambiar el contenido de lo que anunciamos sí que debemos cambiar el modo de llamar. «¿Queréis que ayunen los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Es un auténtico gozo descubrir que Jesús coloca la relación con Él en el ámbito de una boda, habla del novio, de la relación de sus amigos con él. Estamos llamados a descubrir que la relación con Él es una relación de fiesta, de encuentro alegre para celebrar el amor. La boda necesita preparación para asistir pero esa es la respuesta a una invitación no el requisito para poder ser invitado. «A vino nuevo, odres nuevos» Jesús es el vino nuevo de Dios. Y necesita odres nuevos, corazones nuevos, vidas nuevas. Es un vino que transforma la cabeza, el corazón, la mirada, la voluntad, el comportamiento. El vino