Conversión
"Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado." (Lc 10,13-16). Las palabras de Jesús a las ciudades vecinas de Corazaín,Betsaida y Cafarnaún no es una amenaza ni suena a condena. Es una llamada a acoger la gracia, la fe en Dios. El orgullo, la altanería, la soberbia, llevan al abismo. Todas las virtudes tienen su fundamento en la humildad. Sin ella, dejan de ser lo que son. Por eso, la vida cristiana comienza a ser de verdad a partir de la humildad. Tenemos que ser conscientes que tenemos que hablar de Él, mostrarle a Él. Si hablamos en su nombre no tenemos que proponer nuestras ideas, interpretaciones, pareceres... tenemos que comunicar y mostrar lo que Él propone, lo que Él dice, lo que Él desea. Si le escuchan a Él a través de nuestro testimonio tenemos que ser fieles a Él y su Palabra. Se transmite con la vida lo que nace de un corazón que se ha dejado llenar y hace