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Mostrando entradas de enero, 2023

¿Confiamos?

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"Hija, tu fe te ha salvado.  Vete en paz y queda curada de tu enfermedad" .  (Mc 5,21-43) Todo el mundo quiere ver y tocar al Señor. Saben que Él puede salvar sus vidas en tantos sentidos. Nosotros, ¿acudimos también así y confiamos de este modo en Dios? La historias de dos mujeres unidas por la enfermedad. Una, es una niña de doce años que se levantará al escuchar: “Talitha qumi”. Otra, una mujer que al tocar a Jesús, cesarán sus flujos de sangre después de doce años. Dos mujeres miradas, sanadas y dignificadas. Era una mujer con flujos de sangre que "oyó hablar de Jesús" y no dudó ni un instante, sabía que Él lo podía cambiar todo. Nosotros también hemos oído hablar mucho de Jesús, lo conocemos bien, sabemos de lo que es capaz. Busquémosle, confiemos en Él. No dudemos, solo Él es quien puede cambiar de verdad nuestra vida. El temor nos paraliza. Pero la confianza plena en el Señor permite ampliar el horizonte de nuestras expectativas: con Él, lo imposi

Las maravillas de Dios

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  "¡Sal de este hombre, espíritu impuro!". (Mc 5,1-20) Jesús no tiene miedo a los marginados. Se acerca a ellos y los mira a la cara. Descubre detrás de cada rostro a una persona que sufre y espera ser liberada. Jesús recrea la dignidad humana en quien la ha perdido, se acerca a todo ser humano colocado en los márgenes y lo capacita para la comunicación, entra con su luz en los sepulcros para que brote la vida.  Un hombre poseído por un espíritu inmundo busca a Jesús. Vivía entre sepulcros. Nada ni nadie podía sujetarlo. Gritaba y se hería. Alejado de todos y de sí mismo. Jesús lo libera. Se sienta, y piensa. Está vestido. Recupera su dignidad. En su juicio. Con conciencia. "Y se asustaron". ¿Eres de los que miras hacia arriba, exiges a Dios un cambio a tu vida, pero te asusta el verdadero cambio y el sacrificio y esfuerzo que producen que Él toque tu existencia? ¿Merece la pena? MERECE LA PENA Recordemos que nuestras luchas no son contra seres humanos,

Bienaventurado

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  "Bienaventurados los pobres en el espíritu,  porque de ellos es el reino de los cielos."     (Mt 5, 1-12ª)   En este domingo proclamamos en el evangelio las bienaventuranzas. Podemos decir que las bienaventuranzas son como la esencia del Evangelio, como la carta magna del discípulo de Jesús. Bienaventurados lo podemos traducir como “bendecidos por el Señor” Jesús, en la montaña, aparece como el nuevo Moisés y proclama la Nueva Alianza, igual que después lo rubricará desde la cátedra de la Cruz. Hoy se nos ofrece la oportunidad de meditar este texto fundamental de las bienaventuranzas y a interiorizarlo.   Jesús nos propone un nuevo estilo que para que todos seamos felices, bienaventurados, dichosos y santos. Los pequeños, los que no cuentan, los que no toman decisiones pero viven su vida con honestidad y haciendo el bien a los demás, los que nunca son violentos sino que construyen cada día la paz, los que tienen mirada limpia y saben sufrir sin protestar...