Un gesto de amor

 


"María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies 
y se los enjugó con su cabellera." 
 (Jn12,1-12)

Seis días antes de la Pascua, María unge los pies del Señor, haciendo referencia a todo el amor que la Iglesia le tiene a su Señor. Es un gesto lleno de ternura hacia Jesús. La casa, llena de la fragancia del perfume, significa ya la gracia de Pentecostés, pero también, significa el anuncio de la sepultura de Jesús.

La fragancia de la libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, llena la casa. Un olor que es invitación a perfumar los espacios por donde nos movemos. A derrocharlo siendo don, caricia, beso y abrazo. A no desperdiciarlo ni regatearlo como Judas.


«A los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre»
Usamos a los pobres tanto por no hacer lo posible por ayudarlos como para no hacer nada por no poder solucionar la pobreza global. Nos olvidamos que tener a Jesús es dar la vida por el hermano y estar a su lado.

La unción en Betania impactó mucho a Jesús. En medio de tanta hostilidad Jesús recibió un gesto de puro amor, cariño, cuidado, gratuidad. Alguien le quiso regalar, envuelto en una fragancia de vida, un amor restaurador.

Marta, María, Lázaro, Jesús... son amigos, se quieren, se cuidan, se respetan, se valoran.


En este bello gesto de María, podemos ver a la persona que mira a Jesús a los ojos y se deja mirar por él. La acción de María es de respeto, gratitud y amor hacia Jesús.

Ese gesto inspiró el lavatorio de los pies a los discípulos que necesitaban lo mismo que Jesús: un amor que expulsara el temor y la soledad.

¿Ante la ofrenda que Jesús, nos hace, en la entrega de su vida, qué le ofreceremos nosotros?

Salir a llenar el mundo de la fragancia del amor de Dios. Salir… ¡Sé “Iglesia en salida”!

Ser perfume que se derrama, se esparce, se derrocha… Que recrea, enamora, transforma… Con gratuidad, con delicadeza, con elegancia, con pasión, con locura, con frescura…

 

SEIS DÍAS ANTES DE LA PASCUA, FUE JESÚS A BETANIA

Oscuro camino, horizonte cerrado
sin ver nada claro por dónde seguir.
Un gran aguacero tormenta que viene
el tiempo sugiere buscar donde ir.

Betania es lugar donde paso la noche
amor que en derroche sabrá resguardar
Betania es hogar donde velo y espero
a que pase el mal tiempo y empiece a aclarear

Vamos a Betania a cuidar la vida
casa del Amigo, para el corazón
Vamos a Betania a sanar heridas
y a seguir camino desde el corazón de Dios

Al ser peregrinos que van por la vida
se abren heridas de andar y de amar
La misericordia nos tiende una mano
buen samaritano que ofrece ayudar

Betania es la casa en donde la vida,
por fin resucita y vuelve a surgir.
Un grito que invita a salir hacia fuera
a ese amor que libera y convoca a vivir.

Vamos a Betania a cuidar la vida…

Betania posada lugar del encuentro,
Corazón abierto dispuesto a escuchar.
Hermanos y amigos que ofrecen sus brazos
su amor y regazo para descansar.

Que fiesta del alma, estar sin apuros
descalzos seguros en intimidad.
Un frasco se rompe perfume que inunda,
certeza profunda el Reino ya está.

Vamos a Betania a cuidar la vida…

Betania es de paso, no es la llegada,
los pies se desatan para continuar
Unción en el cuerpo y fuerza en el alma,
prepara batallas que habrá que enfrentar

Betania nos abre una nueva mirada,
andar en confianza el camino a la cruz.
Y en Jerusalén alentar la memoria,
el Señor de la historia es el siervo Jesús.

Germán Pravia


 

 

 

 

 

 

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