¡He cumplido!
El reino de Dios tiene unos rasgos que comprendemos: La traición de los amigos; la violencia no es respuesta; la negación de los convencidos; el silencio ante la condena; ser contado entre los criminales; la muerte por fidelidad a la verdad y al amor.
«Aun siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer» Muchas imágenes pasan por nuestra cabeza, pero ninguna como la de la libertad del que acepta el plan salvador de Dios, fiel a la voluntad del Padre y aceptando que el dolor lleva al amor y no se queda en el vacío del sufrimiento.
Crucificado. Es el final... eso parece. Hundido, agotado, lleno de heridas, humillado... Los brazos abiertos en la cruz para abrazar a todo hombre y mujer de este mundo y de la historia. Todos tenemos un sitio en ese corazón abierto. Hoy sigue habiendo muchos calvarios que hay que denunciar.
Nuestra vida tiene muchas piedras en el camino, muchos momentos dolorosos, infinidad de cruces. Sabemos cómo actuar en cada caso. Pero, ante la Cruz de Cristo, ¿cuál es tu respuesta?
Junto a la cruz. Sólo algunas mujeres valientes resisten; valientes y muy cercanas al Señor. Cuando todo parece perdido, cuando las fuerzas están acabadas, cuando ha huido toda esperanza...Sólo permanece el amor. El amor lo vence todo, lo supera todo. Pone luz donde todo oscurece
Todo el cosmos silencia! Jesús entrega hasta la última gota de sangre divina, por cada uno de nosotros. ¿Y nosotros qué haremos para que su Sangre Divina no sea derramada en vano?
El milagro de la cruz
Este es Jesús.
El crucificado.
El resucitado.
El carpintero.
El excluido y silenciado.
El explotado.
El vendido y entregado.
El amigo y compañero.
El de los milagros.
El que escandaliza.
El que se junta con los pecadores.
El que anda con mujeres, sus amigas.
El que celebra la vida.
El que lava los pies.
El que hace cosas que no entendemos.
El que vive lo que hace.
El que abraza.
El que tiene miedo.
El que camina sobre el agua.
El que sana y sigue andando.
El burlado y maltratado.
El que tiene autoridad.
El abandonado por los suyos.
Rey y pobre.
Sacerdote y víctima
Profeta y Palabra.
Este es Jesús…
El Milagro de la Cruz.
Amante asesinado.
Vida que sangra y riega su Reino.
¡Cuídenlo!
Lo mío está cumplido.
(Susurra, gritándonos).
(Marcos Alemán, sj)
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