La Puerta
(Jn 10,1-10)
Jesús, el buen Pastor, nos llama por nuestro nombre y nos cuida con infinita ternura. Nos conoce por nuestro nombre y nos quiere. Se preocupa de nosotros. Sale a buscarnos si nos sentimos solos o perdidos. Con Él nada nos va a faltar. El Señor es mi pastor, tu pastor. Jesús es puerta. Una puerta permite acceder al interior y salir con libertad. Abrir una puerta invita a la confianza, encuentro, diálogo y compartir. Es una oportunidad de salir de uno mismo. También podemos ser puertas cerradas o cerrar la puerta a los demás. Jesús dice: 'yo soy la puerta de las ovejas'.
Jesús es el que nos abre la vida a un encuentro con Dios, en Él conocemos al Pastor y lo que propone. Él es la Puerta, y quien entra a través de Él tiene la vida eterna. Él es nuestro futuro, un futuro de «vida en abundancia». Por eso, ¡no nos desanimemos nunca! Jesús es la puerta de las ovejas, es lugar de encuentro, guía para descubrir a Dios, dónde buscarle. No busquemos otro Pastor, otro Dios, aceptemos el que Él propone. Quiere que tengamos vida y en abundancia."Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante." Frente al cálculo y el ahorro, el Evangelio habla de un manantial que salta hasta la vida eterna. Habla de un amor derramado en nuestros corazones. Habla de una alegría que nadie nos puede quitar. Habla de una roca firme que cuando vienen las tormentas sirve de ancla y minimiza los estragos de la tempestad, sin provocar una gran ruina. ¿Qué nos podrá separar de tal abundancia?
Pidamos al Señor, en esta Jornada mundial por las vocaciones, que siga enviando obreros a su mies que refleje el rostro de tu Hijo el Buen Pastor.
LO QUE QUIERO SER
Quiero
ser pastor que vele por los suyos;
árbol
frondoso que dé sombra al cansado;
fuente
donde beba el sediento.
Quiero
ser canción que inunde los silencios;
libro
que descubra horizontes remotos;
poema
que deshiele un corazón frío;
papel
donde se pueda escribir una historia.
Quiero
ser risa en los espacios tristes,
y
semilla que prende en el terreno yermo.
Ser
carta de amor para el solitario,
y
grito fuerte para el sordo…
Pastor,
árbol o fuente, canción, libro o poema…
Papel,
risa, grito, carta, semilla…
Lo
que tú quieras, lo que tú pidas,
lo
que tú sueñes, Señor… eso quiero ser.
JM Rodríguez Olaizola
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