Te eligió.
En la celebración del apóstol san Matías Jesús nos pide que permanezcamos en el amor, comprometidos con los que están en las orillas, entregando la vida por ellos, sobreponiéndonos al cansancio y agarrándonos con fuerza a la esperanza. Cuando el amor se extiende por el mundo, se alegra el corazón del Padre.
Hoy se habla de "personas vitamina" que te aportan, te llenan, te animan a seguir adelante... Ojalá puedas experimentar a Jesús como la gran Vitamina de tu vida, a Jesús como la fuente de tu alegría. "Para que mi alegría esté en vosotros", nos dice Jesús.
"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos." Quién tiene un amigo tiene un tesoro. A lo largo de una vida van pasando amigos que modelan nuestro barro. Van dejando todos sus huellas en nuestra forma de ser. También pasan personas que dañan y duelen. Jesús es la presencia amiga que tardamos en reconocer. Pero que al descubrirle cambia nuestra forma de mirarnos y de mirar la realidad. No somos siervos,
somos amigos. Agradezcamos a las personas que nos ayudan día a día a ser mejores y nos animan a dar la vida.El amor brota del encuentro con el Amor. No nos lo damos, y solo podemos entregarlo si nos llenamos de él. El modelo del Amor es Jesús mismo. Permaneciendo en él aprendemos a amar. A hacer amigos y no siervos. A sabernos elegidos y no jefes.
Jesús nos habla del supremo amor. Éste conlleva la donación de la propia vida. Es el dinamismo del don frente al dinamismo del interés egoísta: antiguo como el ser humano. El que guarde su vida, la pierde; y el que la pierde por Jesús y su Evangelio, la gana: El abc del cristiano.
'Soy yo quien os he elegido'.
Matías se siente elegido y acepta la misión. Unido a Cristo para vivir el Evangelio y anunciarlo con sus frutos, los frutos del amor. Miembro de la comunidad para aceptar el servicio que ella necesita, anunciar el Evangelio. Cada persona ha sido elegida personalmente por Cristo para una misión única.
San Matías, ruega por nosotros,
para que tengamos siempre abiertos nuestros oídos
y dispuestos nuestros pies para seguir a Jesús
por los caminos que nos vaya mostrando
Ya te tocó el mayor premio de tu vida: Eres un elegido de Dios. Sabemos que no somos mejores que nadie: aun así. Dios te eligió. Felicidades.
Pronto recibiremos la efusión que nos transforma, pero, el Espíritu necesita nuestra confiada docilidad.
afianza mis pies en el camino de Jesús.
Que mi vida sea un testimonio de fe y de esperanza.
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