¡Amigo!

 


"No sois vosotros 
los que me habéis elegido, 
soy yo quien os he elegido " 
(Jn 15,11-17).

Feliz día de la madre. Una madre no elige a sus hijos, los engendra, los acoge, los educa, los ama. Es un vínculo para siempre. Dios es Padre y Madre y hace con nosotros lo mismo. Y nos invita a vivir amando como Él. Eso es dar fruto. Que en todas las circunstancias que la vida nos ofrece podamos dar una respuesta acogedora y agradecida. Y que no vivamos como siervos sino en casa, como hijos.

El evangelio nos habla de  ‘amar’. ¿Cómo? Como Él que es Amor. ¿Cuánto? Dando la vida ¿A quién? A todos, ‘unos a otros’, es universal. También a Él, es nuestro Amigo ¿Cuándo? Siempre. ¿Por qué? Cómo respuesta a su amor. Amar es el fruto que Él nos pide y que daremos permaneciendo en Él.


Permaneciendo en el amor de Jesús aprenderemos a amar. Fuera de ese amor, desgastaremos la palabra, desvirtuaremos su esencia, perderemos su sentido. Caeremos en el desprecio, la distancia o la indiferencia. Seremos extraños y no hermanos. Huérfanos de amor.

Jesús nos ha elegido para dar fruto, ese fruto es el amor. La iniciativa es suya, Él es el que nos elige, nos llama, nos envía. A veces queremos ser nosotros los que marquemos el ritmo de nuestra relación con Él, no es así. Él nos ha elegido, lo nuestro es la respuesta. Nos ha elegido para ser sus amigos y para amar a los demás. El amor nos identifica en medio del mundo, la mejor evangelización, el único testimonio.


Desde el amor más grande que se puede tener, el Señor nos llama "amigos", pues somos conocedores de los secretos revelados por Dios. Nosotros hemos acogido todo lo que el Señor ha querido revelaros, para que vivamos plenamente alegres y demos frutos abundantes de palabra y obras.

Llamada a la amistad

Señor, Tú me llamas por mi nombre
tu evangelio no es un ideal por el que luchar
sino una amistad que Tú deseas.
Me nombras y me pides que te siga.
Siento cómo la ilusión y los miedos me invaden
estoy tentado de mirar a otro lado
pero sé que todo sería vacío
Miro mis redes, mis ocupaciones, mis trabajos.
Pero al pensar en seguirte y estar contigo
todo se me cae de las manos.
Deseo dejarlo todo y caminar contigo
no sé dónde iremos o con quién nos encontraremos
pero estaré contigo y eso me basta.


(Javi Montes, SJ)


 

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