Ir al contenido principal

De la tristeza a la alegría

 
"Si no me voy, 
no vendrá a vosotros el Paráclito. 
En cambio, si me voy, os lo enviaré." 
 (Jn 16,5-11).

Os conviene que yo me vaya, les dice Jesús a sus discípulos. Tal vez, en circunstancias muy distintas, también nos conviene a nosotros sentir las consecuencias de dar la espalda al Señor. En esta radical pobreza se hace más notorio el envío del Defensor, el Espíritu de la verdad.



«Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito»
Duele la separación de quién queremos, pero debemos construir la vida con la libertad de hacer realidad aquello que deseamos, con los pilares y valores que se nos han enseñado. Para ello necesitamos el Espíritu que nos fortalece.

Jesús nos hace una promesa: "Estaré con vosotros todos los días de vuestra vida." Cumple su promesa pero de una forma diferente a cómo la pensamos. Nos gustaría una presencia evidente que no dejara espacio a la duda. Palpable, audible, sensible. Pero su Espíritu está, es reconocible cuando le conocemos. Siempre asustan los cambios y nos entristecen los cambios. Pero si confiamos, la tristeza se torna en alegría.

Jesús se va pero no nos deja solos. Nos envía su Espíritu. Hará que la pérdida se transforme en esperanza. La tristeza en alegría. Vivir sabiéndonos liberados del pecado por la gracia. De la injusticia por la misericordia. De la condena por la fe.

Jesús, a veces me siento solo, se alejan las personas que más quiero. Necesito sentir, o al menos saber, que me acompañas, con la confianza de que Tú nunca defraudas al que confía en Ti y procura seguir tus caminos.

Espíritu de amor, hazme consciente de que estás en mi más profundo centro y desde ahí guías mis pasos vacilantes.


 

 

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015

Santa Teresa de Calcuta

UN ÁNGEL EN LA TIERRA   SEÑOR ENSÉÑANOS A AFRONTAR  LAS LUCHAS DE LA VIDA DIARIA “Señor crucificado y resucitado, enséñanos a afrontar las luchas de la vida diaria, para que vivamos en una mayor plenitud. Tú has acogido humilde y pacientemente los fracasos de la vida humana, como los sufrimientos de tu Crucifixión, así pues, ayúdanos a vivir las penas y las luchas que nos trae cada jornada como ocasiones para crecer y asemejarnos más a Ti. Haznos capaces de afrontarlas pacientemente y con coraje, llenos de confianza en tu apoyo”. (Santa Madre Teresa de Calcuta) "Líbrame, Jesús mío, del deseo de ser amada, del deseo de ser alabada, del deseo de ser honrada, del deseo de ser venerada, del deseo de ser preferida, del deseo de ser consultada, del deseo de ser aprobada, del deseo de ser popular, del temor de ser humillada, del temor de ser despreciada, del temor de sufrir rechazos, del temor de ser calumniada, del temor de ser olv...