Te ama
"Padre, dame la parte que me toca de la fortuna. Él les repartió los bienes". Y tú, sé libre. Juega la carta de tu libertad. Nada, nadie te prive de ella. El Padre te la da y sus brazos esperan tu vuelta. Son insanos, los que renuncian a su libertad o frustran la tuya por miedo
Siempre hay alguien que te espera, vuelvas cuando y como vuelvas. No lo hace porque merezcas, lo hace porque te ama.
Lo más hermoso es ver que Dios no se cansa y por mucho que nos alejemos de Él, cuando deseamos volver, ahí está con los brazos abiertos esperándonos con un corazón lleno de amor.
"Su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo". La frase central del Evangelio, la Buena Noticia de Jesús. Nunca te apartes de ella. Construye tu vida sobre esa roca firme. Sus brazos cálidos te envuelvan, alegren y fortalezcan.
Abrazo que te hace nuevo, que hace que lo pasado no haya existido y el futuro se convierte en algo sin importancia, por estar donde quieres estar para siempre. Ahora es la misericordia, el encuentro.
"Dios no puede vivir si perdonarnos", y nosotros no podemos vivir sin su perdón. Así de desconcertante y maravillosa es la Misericordia de Dios Padre, que viene en nuestra búsqueda cada día.
Te busco Señor
Mi corazón te busca
a ti, Dios mío,
tiene sed y tiene
hambre,
y tiene ganas de
ti,
como el niño
hambriento que busca el pan.
En mi camino muchas
veces no te he buscado y me he perdido.
Mi pecado, mi
desorden, mi egoísmo
y mi orgullo
cegaron la búsqueda.
Mis limitaciones se
convirtieron en lágrimas
que mojaron mi pan;
y al comerlo
me preguntaba de
nuevo: Dónde está Dios?
Manda tu gracia,
rompe la dureza de mi corazón;
haz día de mi noche
y noche de mi día;
abre mi corazón en
plegaria silenciosa
y que llegue a tí
con el amor.
Dios de mi vida:
quiero tu vida,
necesito tu vida,
llena mi vida.
Envíame tu luz y tu
verdad, que ellas me guíen;
envíame tu Espíritu
que me conduzca
a la verdad plena.
Quiero llegar hasta
tu casa y cantarte,
Dios de mi alegría.
Te encontraré, te miraré a los ojos,
te alabaré como un
niño feliz,
y mi vida se
sentirá segura y llena con tu presencia.
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