El proyecto de Dios no se detiene.

 


“Este hombre hace muchos signos”              
 Jn 11, 45-57.

El poder de los sumos sacerdotes y de los fariseos se tambalea, su autoridad está en peligro. Y eso ¡no lo pueden consentir!

La decisión de dar muerte a Jesús está llena de contradicciones y de palabras proféticas. Hasta los que quieren acabar con él, hablan en nombre de Dios. El paso de Dios es incomprensible y lleno de una verdad que no acabamos de entender.

Las autoridades judías creen que es conveniente poner un freno a Jesús, para evitar que la gente lo siga y se desestabilice el poder. Pero el proyecto de Dios no se detiene.

Jesús se identifica con todas las víctimas inocentes de nuestra sociedad. Todas ellas, como él, son condenadas por oscuros intereses que no respetan y valoran al ser humano.

Todos somos Hijos de Dios. Y eso nos convierte en una gran familia. Pero... ¿eres capaz de sentir cómo nuestra fe nos une? ¿Te ha ayudado esta Cuaresma a ser más consciente de ello? 



Salmo de alegría y esperanza

Con un corazón limpio y
sincero queremos darte gracias
Tu Palabra es sincera y llena el corazón de alegría;
tus obras son grandiosas
y están iluminadas de verdad;
tú amas, Dios nuestro, la justicia toda la tierra está rociada
con la lluvia de tu bondad.
 
Dios, nos sentimos pequeños,
como granitos de arena, ante ti;
Tú tienes palabras de vida que no pasan;
palabras que se hacen acción;
solamente tú, Señor, tienes poder 
 para hacer lo que dices.



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