Nos da la Vida
Jesús es la imagen visible del Dios invisible. El que le ve a Él, ve a Dios.
Quien escucha la Palabra y creen en Dios tiene vida eterna.
Una vida que sólo Dios puede regalar.
Y que nosotros sólo podemos acoger en la fe.
Vivir en una vida que sólo es vida si Dios está en ella.
Si la llenamos de bondad, verdad y belleza.
Escuchar la Palabra del Padre es tener vida.
Responder a su amor es tener vida eterna.
Aceptar al Hijo es ser juzgados con amor y misericordia.
Es la fe la que nos lleva al encuentro con Él la que nos
llena de plenitud.
"Quien
escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna"
Para vivir en la alegría de estar en su presencia:
escuchar la Buena Nueva que se hace realidad en cada persona que se cruza por
nuestro lado y hacerlo desde la confianza de que Dios está con nosotros.
La muerte, aunque es parte de la vida, es un duro trance.
La esperanza en la resurrección te dará paz.
Confía.
Jesús tiene sed de que el Padre sea conocido y amado, sed de darnos Agua Viva,
sed del don del Espíritu Santo.
Óyele decir:
¡Tengo sed de ti!
¡Tengo sed de tu fe, de tu amor, de tu entrega!
¡Tengo sed de entrar en ti, de inundarte, de anegarte, de
empaparte con Mi Espíritu Santo!
El Espíritu Santo es un regalo de Dios.
Ven, Espíritu
Santo.
Sin el fuego del
Espíritu, la tristeza reemplaza a la alegría, el servicio se convierte en
esclavitud y la rutina sustituye al amor.
Marcelo A. Murúa
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