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Nos da la Vida


  
“...Posee la Vida Eterna” 
(Jn5,17-30)


Jesús es la imagen visible del Dios invisible. El que le ve a Él, ve a Dios.

Quien escucha la Palabra y creen en Dios tiene vida eterna.
Una vida que sólo Dios puede regalar.
Y que nosotros sólo podemos acoger en la fe.
Vivir en una vida que sólo es vida si Dios está en ella.
Si la llenamos de bondad, verdad y belleza.

Escuchar la Palabra del Padre es tener vida.
Responder a su amor es tener vida eterna.
Aceptar al Hijo es ser juzgados con amor y misericordia.
Es la fe la que nos lleva al encuentro con Él la que nos llena de plenitud.

"Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna"
Para vivir en la alegría de estar en su presencia: escuchar la Buena Nueva que se hace realidad en cada persona que se cruza por nuestro lado y hacerlo desde la confianza de que Dios está con nosotros.

La muerte, aunque es parte de la vida, es un duro trance.
La esperanza en la resurrección te dará paz.
Confía.

Jesús tiene sed de que el Padre sea conocido y amado, sed de darnos Agua Viva, sed del don del Espíritu Santo.
Óyele decir:
¡Tengo sed de ti!
¡Tengo sed de tu fe, de tu amor, de tu entrega!
¡Tengo sed de entrar en ti, de inundarte, de anegarte, de empaparte con Mi Espíritu Santo!

El Espíritu Santo es un regalo de Dios.
Ven, Espíritu Santo.
Sin el fuego del Espíritu, la tristeza reemplaza a la alegría, el servicio se convierte en esclavitud y la rutina sustituye al amor. 
 

…Señor,
escucha nuestra oración,
atiende nuestros llamados.
Necesitamos tu aliento,
nos hace falta tu empuje,
¡que nos anime tu Espíritu!
Queremos caminar
fieles a tu Palabra,
cada día,
un paso adelante,
para cambiar de vida,
y dar testimonio concreto
de tu presencia en medio nuestro.
Ayúdanos a cambiar,
Padre bueno,
para que seamos testigos,
mensajeros,
y constructores de tu Evangelio.

Marcelo A. Murúa




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