A la manera de Dios

 


 "Con la medida con que midierais, se os medirá a vosotros" 
                                           (Lc 6, 36-38)

“La felicidad no viene del mundo. La crea cada uno cuando vibra en amor, solidaridad, generosidad y misericordia, con uno mismo primero y luego con las demás personas”.

“El camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad. No nos olvidemos: el camino de Jesús siempre nos lleva a la felicidad, habrá en medio una cruz o las pruebas, pero al final nos lleva siempre a la felicidad. Jesús no nos engaña. Nos prometió la felicidad y nos la dará si seguimos su camino”. (Papa Francisco)

¿Qué verbos de estos cuatro estoy habituado a conjugar con más frecuencia: juzgar, condenar, perdonar, dar?

Si queremos que cuando nos equivocamos puedan disculpar nuestra falta, tenemos que empezar por saber perdonar nosotros mismos. Lógico, ¿verdad? Pues parece que a veces nos cuesta demasiado entenderlo

Aprendamos de Él que espera siempre nuestra vuelta a casa para abrazarnos. Demos con la misma medida que Él da. Da la vida.
Perdonemos siempre y demos una nueva oportunidad, como Él hace cada día con nosotros.


Dame, Señor, la posibilidad de participar en tu generosidad, abriendo mis brazos. Yo quiero ser cristiano, tener tu Espíritu, que siempre perdona y da a manos llenas.


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