Ir al contenido principal

Misericordia

 


"Todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo."
(Mc 3,7-12).

Muy pronto, Jesús se convirtió en un fenómeno social, en una persona capaz de atraer a una multitud. Todos iban conociendo las obras que hacia y bien por curiosidad o bien por necesidad, acudían a Él de todas partes. La causa de ello... quizás porque a nadie dejaba indiferente.

A Jesús lo sigue una gran muchedumbre. No lo siguen sabios, justos, religiosos, ricos, o importantes. A Jesús lo buscan los que sufren de algo. Quieren tocarlo. Jesús se deja tocar. No puede permanecer indiferente ni alejado ante el dolor, la exclusión, la injusticia


Sabernos incompletos e imperfectos es lo que nos abre a la necesidad de Dios y de los demás. La autosuficiencia nos aleja y nos aísla. Jesús siempre está disponible para el corazón sincero y humilde que le pide ayuda. La Palabra se cumple hoy, nos invita a transformar la desolación y la tristeza en ocasión para el milagro. Acoger que en nuestra debilidad se esconde la posibilidad de que Dios manifieste su gloria y su bondad.

Lo buscan. Quieren curarse, quieren ser hombres y mujeres nuevos, quieren vivir de otra manera, quieren un nuevo sentido en su vida, quieren que Dios les llene, quieren dejar atrás el sufrimiento y el dolor, quieren vivir cerca de Él. Quieren salir de 'lo de siempre', quieren empezar de cero, quieren confiar en Alguien que les dé seguridad... ¿Por qué lo buscas tú?

«Tú eres el Hijo de Dios». Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer”  El seguimiento de Jesús te compromete a defender la vida, a potenciar la vida, a dignificar la vida, a hacer feliz y gozosa la vida de los seres humanos. Empieza a realizar esto con los más cercanos y hazlo con palabras claras y gestos concretos, como Jesús.

Danos entrañas de misericordia frente a toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna 
frente al hermano solo y desamparado.
 


 

Comentarios

Entradas populares de este blog

"Señor, enséñame a orar"

“Cuando oréis decid: “Padre”  (Lc 11,2).    Los discípulos fascinados por las palabras y gestos de Jesús se preguntan: ¿De dónde le nace tanta vida al Maestro? Por eso le piden que les muestre el manantial que lleva en el interior, que les enseñe a orar, que les revele “eso” que le lleva a entregar la vida, gratuitamente, por los caminos.   Acoge en silencio profundo la palabra más bella, más entrañable y más nueva que Jesús lleva en su corazón: ¡Abba!   ¿Cuántas veces has dejado de orar? Por dejadez, desánimo...hay mil causas. El Padre es bueno, te espera paciente y sabe que en el fondo de tu corazón anhelas estar cerca de Él. Dile confiado: "Señor, enséñame a orar" En este mundo a veces tan chato y funesto donde pareces no estar, Señor, enséñanos a orar.  Sí, enséñanos a orar, a tener claro y a recordar que somos tuyos y no nuestros. Orar es conectar con la raíz del ser; es entrar en la onda del Padre, sin...

SAN JOSÉ

Salve, José, amante y tierno padre. Salve, guardián de nuestro Redentor. Esposo fiel de tu bendita Madre y salvador del mismo Salvador. Al buen Jesús pudiste ver sin velo y sobre ti sus miembros reclinó. Al Hacedor de tierra, mar y cielo con cuánto amor le besas y te besó. ¡Oh, qué feliz el nombre de Hijo que dabas! Ninguno fue por Dios tan encumbrado como tú, José. ¡Oh, fiel guardián de nuestro Redentor! Dichoso aquél, José, que tú proteges y el que con fe te invoca en la aflicción, jamás, jamás lo dejas sin amparo y protección. ¡Oh, San José, amante y tierno padre, santo sin par y espejo de virtud! Haznos amar a la divina Virgen y a nuestro Dios y Salvador. “Protege, oh bienaventurado José, protégenos en nuestras tribulaciones. Defiéndenos de las asechanzas del demonio, protégenos con tu patrocinio, y ayúdanos y sostennos con tu auxilio para que podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza”. (León XIII)

Gracias, Señor.

El titulo de esta entrada me la ha do el Papa Francisco esta mañana en su tuit  @ Pontifex_es Termina un año y estamos a punto de comenzar uno nuevo. Se cierra un libro y empieza un nuevo libro con las paginas en blanco. Hoy es un buen momento para hacer balance del año, pedir perdón, dar gracias y pedir ayuda.  En el año que termina ha habido de todo, pero la certeza del amor de Dios ha estado conmigo todos los días. Su ternura la he sentido muchas veces, y muchas veces su mano me ha levantado. Gracias, Señor porque no termino el año sólo y el nuevo lo puedo empezar contigo. Por eso yo no le pido nada al 2015, yo se lo pido a Dios. En tus manos Señor pongo mi vida en este nuevo año 2015