Quiero ser santo.
En el día de Todos los Santos celebramos las presencias de aquellos seguidores de Jesús que nos precedieron y nos dicen que se posible seguirle.
Hoy recordamos a todos los que ya llegaron a la Meta, y a la vez, caminan con nosotros, interceden, y nos dicen: TÚ, TAMBIÉN PUEDES ¡ANIMO!
Hombres y mujeres como nosotros. Con su historia de conversión, de fe profunda y de dudas, de caídas y esperanza, de proyecto con dificultades y de profundo compromiso con la historia desde el Evangelio, seguidores de Jesús.
Hoy celebramos la mirada de Dios sobre nuestras vidas: nos ve santos. Nos ve desplegando las alas que siempre están dispuestas para alzar el vuelo. Para no quedarnos atrapados en el barro de la inconsistencia y la vulgaridad. Los Santos reconocen lo divino que se mezcla con lo humano. Ven el arte y la belleza que esconde lo cotidiano y frágil. Son los limpios de corazón que ven en todo a Dios.
Gracias, Señor, por cada persona que, con su vida, nos ha mostrado el camino
Jesús propone el estilo de vida de los suyos, de los que aspiran a la santidad. Las bienaventuranzas son un mensaje de esperanza y una palabra de aliento. La dicha viene de vivir al estilo de Jesús y caminar con el Evangelio en el corazón. Hoy, de nuevo Jesús, proclama las bienaventuranzas. Acógelas como dirigidas a ti, deja que su Palabra te penetre y comienza a dar pasos para vivir de otra manera más fraterna; así tu vida de llenará de luz y de gozo.
Es difícil, en un mundo hedonista y violento, hablar de los Santos. Sin embargo, tenemos necesidad de personas que sean pobres en el espíritu, mansos, que lloran, que tienen hambre y sed de la justicia, misericordiosa, limpia de corazón, que trabajan por la paz, perseguidos.Las Bienaventuranzas son un programa de vida contracultural. Son lo opuesto a lo que se nos vende. Y en esa contradicción está la felicidad. La pobreza, la mansedumbre, el hambre y la sed, la misericordia, la limpieza de corazón, la paz, la persecución. ¿Eres feliz?
Bienaventurados los que mantienen la esperanza en medio de las dificultades, los que hacen de su vida una entrega generosa a los demás. Contemplarán el rostro de Dios y lo alabarán con todos los santos.
La santidad no es un reconocimiento social o eclesial sino una manera de vivir el Evangelio y la relación con Jesucristo con radicalidad, desde la pequeñez y la miseria de cada uno. Esta es la razón de los millones de santos anónimos que hay y hoy celebramos.
Santidad es dejar que las bienaventuranzas recorran tus labios, caminen con tus pies, se encarnen en tus manos. Vivir amando y sirviendo.
Llamados a poner el Amor y las Bienaventuranzas en el centro y, así, vivir amando y sirviendo...
Como cristianos nos toca testimoniar este mensaje, viviéndolo en la sencillez y cotidianidad de nuestra vida profesional y familiar, dejando a Dios la posibilidad de iluminar al mundo con la luz que emane de nuestras vidas. Esa es la santidad que Dios espera de ti y de mi.
Feliz día de todos los santos Juan Luis.
ResponderEliminarUn abrazo de Charo y mío 🤗🤗
Feliz día de todos los santos Juan Luis.
ResponderEliminarUn abrazo de Charo y mío 🤗🤗