Nos busca
Mientras los fariseos se quejan y viven muy preocupados por el ritual; Jesús es un maestro que se junta, come y bebe con pecadores; para hablarle de la misericordia de Dios que no ha eliminado su horizonte a ellos. ¡Aprendamos!
Las dos parábolas tienen puntos comunes. Hay una pérdida de una moneda y de una oveja. Una desproporción. El pastor deja noventa y nueve por buscar una. La mujer nueve monedas por buscar una. La iniciativa es de los buscadores. El encuentro termina en fiesta.
La gran novedad de Jesús es su misericordia. Con la parábola de la oveja perdida comprendemos la locura de su amor entrañable. Déjate encontrar por Jesús. Deja que te cargue sobre sus hombros. Dale esa alegría.
Jesús es la mano que Dios tiende a la humanidad perdida. Es mediador, puente, camino, maestro y guía. Hay mucha gente sola, triste, perdida, que necesita que seamos presencia misericordiosa de Dios que nunca nos abandona. No pasemos de largo. El Evangelio es buena noticia.
La misericordia de Dios es infinita, y siempre va a nuestro encuentro. Nos busca como el pastor a la oveja perdida. Nos busca hasta encontrarnos. Nos busca porque nos quiere, porque sabe de nuestra necesidad. Nos busca para estar con nosotros, para que disfrutemos de Él y con Él. Nos busca.... No nos escondamos.
HAY ALEGRÍA EN EL CIELO CUANDO NOS CONVERTIMOS Y VOLVEMOS A DIOS
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